Hoy 3 de mayo, cuando se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, y en momentos de un intenso debate electoral, volvemos a ratificar que la libre expresión es esencial para la democracia. Por eso resulta lamentable que en muchos países se siga violando el derecho a la información, esto es, a informar y ser informado.
Pero la libertad de prensa es un ejercicio que exige responsabilidad: esa libertad debe estar al servicio de todos y no de unos pocos. Libertad es diferente a libertinaje.
Colombia ha sufrido como pocos países del hemisferio los embates de los enemigos de la democracia, y la prensa libre ha sido un blanco fácil de sus manifestaciones violentas. El combate al terrorismo y el narcotráfico que se ha adelantado en los últimos años ha protegido la libertad de prensa en Colombia, no obstante muchos periodistas en las regiones corren riesgos allí donde las bandas criminales y los narcos quieren imponer su ley.
Los informes sobre libertad de prensa en el mundo vuelven a dejar en evidencia los retrocesos que países como Cuba y Venezuela mantienen contra medios y comunicadores opositores a sus regímenes dictatoriales.
Según Reporteros Sin Fronteras , en lo que va de 2010, 8 periodistas han sido asesinados (6 en Honduras), 166 encarcelados y 118 ciberdisidentes encarcelados.
El premio Unesco-Guillermo Cano a la Libertad de Prensa 2009 fue para la periodista chilena Mónica González.
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