El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no tiene límites y ahora está dispuesto a invadir los terrenos de la Iglesia.
Bueno, ya los había invadido con toda clase de epítetos y adjetivos contra los jerarcas católicos, pero lo que le faltaba era crear su propia doctrina y, dicen sus críticos, que es Chávez el que está detrás de la creación de la nueva Iglesia Católica Reformada, con recursos de Pdvsa y con sacerdotes chavistas hasta los tuétanos. En las calles de Caracas ese ha sido el tema de conversación de los últimos días y Chávez parece querer pagar los diezmos, pero en otra parroquia.
La arremetida chavista no es gratuita y los analistas consideran que la creación de la Iglesia Reformada es un desafío a los jerarcas católicos, críticos ácidos de las políticas educativas de Chávez y de su intención de "inhabilitar" a la oposición.
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