El asesinato de Andrés Felipe Medina Palacio, destacado gestor cultural de la Comuna 13 de Medellín, nos produce la más profunda indignación. No hay derecho a que nuestros ciudadanos continúen siendo víctimas de una violencia que aniquila los más bellos sueños, como los que tenía este joven de 24 años, auténtico convencido de que las armas deberían ser reemplazadas por los instrumentos musicales. Andrés Felipe luchó por una vida en paz y por ello participó en la creación de la Corporación Son Batá, que reúne a niños y muchachos de ese sector de Medellín y los orienta hacia el teatro y la cultura. Medina Palacios era un alma de paz y en su corta vida luchó porque la gente tuviera un instrumento musical o compusiera una canción, en vez de cargar con armas. Pero un sicario le quitó la vida. ¡Qué dolor!
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