A los 13 años, siendo estudiante, su madre lo llevó ante don Gustavo Toro y "lo colocó" para trabajar en vacaciones como empacador en las cajas del Éxito. A los 17 años, Luis Alberto Botero Botero fue mensajero y ayudante de su padre, Raúl Botero Nicholls, en la venta de seguros —vinculado a Suramericana— y esa vena de vendedor la desarrolló luego en la Universidad Eafit, donde este bachiller del Colegio San Ignacio se formó como administrador de Negocios.
"Yo vendía de todo", dice el directivo, ahora presidente de Alianza Team (Tecnología Empresarial de Alimentos). "Siempre me han fascinado las ventas.... Les vendí de todo a mis compañeros en la universidad y les vendí el Sorteo Extraordinario de Navidad a José Alberto Vélez, a Nicanor Restrepo, a Gonzalo Pérez, a David Bojanini García, a Carlos Enrique Piedrahíta Arocha y otros, cuando ocupaban otros cargos en la compañía Suramericana".
Esa vena de negociante de Botero lo llevó a la vicepresidencia Comercial de la Organización Corona, luego de varias posiciones en esta compañía. Después saltó a Team, en junio de 2010. Allí se convirtió en el tercer presidente de la compañía, creada en enero de 1999 y que hoy tiene ventas anuales por 500 millones de dólares.
Alianza Team nació de la fusión de cuatro empresas fabricantes: Fagrave, Gravetal, Grasas y Acegrasas y sumó otras dos compañías: Envases Team y Grandinos (comercializadora). El presidente de la compañía líder en el país en aceites y grasas habló en exclusiva con El Colombiano:
¿Cuál es hoy el tamaño de la Alianza Team y el volumen de operaciones?
"Tenemos cuatro plantas en Colombia, una más en México (Morelia) y otra en Santiago de Chile (Maipú), donde vamos a inaugurar una refinería de alta tecnología, el próximo 28 de octubre, que será la más moderna de América Latina.
En Colombia tenemos una planta en Bogotá, que modernizamos el año pasado; otra planta en Barranquilla, que fue sometida a una reconversión en 2010; y en Buga también entró en operación una moderna refinería, que reemplazó a dos plantas. La de Barranquilla procesa palma y Buga procesa soya y, entre las dos, absorbieron la operación de la planta de Gravetal, que se cerró en Sabaneta. Y tenemos una planta de envases de plástico en Caloto (Cauca) y toda la operación emplea a 1.200 personas en Colombia, unos 200 en México y 100 más en Chile".
Opera con plantas propias, no con comercializadoras...
"Sí, son plantas propias. Este es un negocio que no viaja mucho y hay que estar muy cerca de los clientes, por el volumen y los costos de transporte. En este año vamos a llegar a una facturación de cerca de 500 millones de dólares y yo creo que, sin duda alguna, somos los líderes del mercado de lípidos en Colombia.... El cuerpo necesita proteína, carbohidratos y grasas. De estas últimas, el organismo asimila las que necesita y elimina el resto. Si uno dejar de comer grasas, el cuerpo se marchita. El término científico es lípidos y es nuestra especialidad, hacerlo más saludable para el ser humano e invertimos miles de millones de pesos al año en investigación, desarrollo e innovación, con científicos en Europa, en Estados Unidos y en Colombia, buscando cómo aportar a la salud".
¿Cuánto invierte en investigación, innovación y desarrollo de productos?
"Nosotros invertimos cerca del uno por ciento de las ventas en investigación y desarrollo anualmente. Tenemos plantas piloto para beneficio de los clientes en todos los países donde operamos, en los que desarrollamos todos los procesos de alimentos.... Estas plantas sirven para experimentar sobre el desarrollo de los lípidos y la inclusión en los diferentes productos de consumo, pensando siempre en temas de salud y sabor (reflejados en una de sus marcas, Aceite SyS)".
No pasemos de largo por la inversión en Chile... ¿De cuánto estamos hablando y cuál es la capacidad?
"La vamos a inaugurar el 28 de octubre con presencia de las autoridades de los dos países, el presidente de Chile -Sebastián Piñera - y el ministro de Comercio de Colombia -Sergio Díaz-Granados-. Es una inversión de unos 10 millones de dólares y tiene una capacidad de 300 toneladas por día, pero no es una inversión golondrina... En los últimos tres años hemos invertido 45 millones de dólares (86.000 millones de pesos) en tecnologías en las plantas que operamos. La refinería de México es modelo 2011, la de Barranquilla modelo 2012 y las de Buga y Santiago de Chile son modelo 2013. Somos el único actor de la industria que está invirtiendo permanentemente en tecnología, sin que eso sea peyorativo frente a otros actores del mercado".
Lo que quiere decir que está operando unas planta cero kilómetros, con alta tecnología que le dan ventajas a la compañía para afrontar los TLC...
"Sí, así es. La inversión de verdad más importante que hemos hecho en los últimos años, es la refinería de Chile, con una capacidad de procesar unas 300 toneladas diarias. Chile es un país que es la cuarta parte de Colombia, pero con uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, con creciente consumo de aceite de oliva. Colombia es un país de tiendas de barrio y en Chile las grandes cadenas (Ripley, Cencosud, Falabella...) dominan el mercado y somos los líderes en aceite de oliva, con el 15 por ciento de ese negocio y dos marcas muy arraigadas".
Que es uno de los productos que empezó a llegar desde España sin arancel, con el TLC con la Unión Europea. ¿Ya venían importando?
"Colombia no es productor de aceite de oliva y las marcas que tenemos son importadas de España: Olivetto, extravirgen puro, es decir, extraído en la primera prensa en frío en las 24 horas después de extraer la fruta y OLV -en tres variedades-, importado de Chile. Y hace poco introdujimos al mercado una versión del aceite gourmet avanzado, importado de Chile, también con cero arancel. Estos tratados se deben reflejar en beneficios para el consumidor".
Pero el libre comercio tiene riesgos, entre ellos, el contrabando. ¿Se mueve algo en este mercado?
"Este es, infortunadamente, el principal problema que tiene esta industria: el contrabando y la ilegalidad... Es rampante e impresionante y uno ve que el Gobierno no lo corrige... Especialmente, viene de Ecuador y los camiones viajan desde Ipiales hasta Barranquilla y Santa Marta y no pasa nada. Eso es absolutamente absurdo y el Gobierno no hace nada. Y cuando digo nada, es nada.
Leí hace poco una noticia en El Colombiano sobre el decomiso de 2.000 botellas de aceite... Eso son dos toneladas y en el país se consumen al año unas 700.000 toneladas de aceite, de las cuales, el mercado ilegal (entre contrabando, reenvase y utilización irregular de las zonas francas) participa con el 30 por ciento. Es decir, si uno le pone coto al contrabando y a la ilegalidad, la industria podría crecer entre 35 y 40 por ciento de una vez. Y solo por eso. Este es el problema número uno que tenemos actualmente".
¿Y ha tenido que recortar personal por este motivo?
"En la industria sí, pero en Team todavía no. Por las inversiones recientes en tecnología, no estamos abocados a hacer eso... pero sí hay inversionistas pensando en cerrar las fábrica y dedicarse a otra cosa. Aparte de aceite, llega margarina de contrabando y otros productos, entre ellos, oleína (extracción del aceite de palma) y desde Ipiales hasta Barranquilla se mueves tractomulas gemelas, con la misma placa y el mismo color: una se queda en Ipiales y la otra sigue hasta Santa Marta, como lo ha denunciado Fedepalma... Pero la Dian y la Superintendencia de Industria y Comercio no hacen nada....
Por el contrario, cuando denunciamos esas irregularidades, a los primeros que visitan es a nosotros y a nuestros competidores, mientras los ilegales se mueven de un sitio a otro, sin controles.... Envasadores ilegales, zonas francas irregulares... Solo en Barranquilla, el mercado ilegal puede ser el 50 por ciento y ningún fabricante nacional, de los cuatro que tenemos plantas en la Vía 40, tiene más del 5 por ciento de ese mercado. No somos capaces de competir con la ilegalidad".
En una industria de estas características, el cuidado ambiental debe ser una tarea de todos los días....
"Este es uno de los temas de los que yo quería hablar... la disposición de residuos sólidos se redujo el año pasado en 53 por ciento. Encontramos la forma de que esos residuos sirvan de abono en las plantaciones de palma y bajamos el consumo de energía en 53.000 ‘gigajulios’ entre 2010 y 2013, que son equivalentes al consuno mensual de unos 88.000 hogares colombianos.
También bajamos en 23 por ciento el consumo de agua y se bajó un 8 por ciento en la emisión de CO2, desde el transporte de materia prima en camiones, el procesamiento en las plantas y la entrega del producto a los clientes".
¿Y qué viene en materia de proyectos e inversiones?
"El reto más grande es lograr un crecimiento acelerado en México, donde hemos invertido 50 millones de dólares desde 2007, con unos consumos per cápita en alimentos muy altos. Consolidar la presencia es el primer reto de esta compañía. Llegar a Brasil, es el segundo. Ya tenemos gente viviendo y conociendo el país y el mercado, hablando de fútbol, contando chistes en portugués, recorriendo... y nos hemos metido en el lenguaje y la cultura de Brasil.
La idea es que podamos tener una planta propia, mediante una alianza, una compra directa o una construcción... Yo me veo operando en Brasil antes de tres años y creo que podemos lograrlo, ojalá antes".
¿Y Estados Unidos? ¿Cómo les ha ido en el aprovechamiento del TLC?
"Estamos enfocados en el noreste de Estados Unidos, especialmente, en el mercado de aceite de oliva. Hemos ensayado, hemos aprendido y nos hemos equivocado, pero no damos el brazo a torcer. Importamos soya de Estados Unidos, que tiene un proceso de desgravación lento, pero es una aberración la protección que tiene el aceite de soya en Colombia. Es aberrante y se los digo a mis jefes, que son palmeros. Mientras los precios de las materias primas están bajando en el mundo, están subiendo en Colombia y eso no tiene sentido. Y suben porque actúan los mecanismos de protección automática del mercado.
La verdad es que el TLC con Estados Unidos, hasta ahora, no ha representado ni un beneficio ni una oportunidad, pero en el futuro, seguramente, sí será muy importante para nosotros y para nuestros clientes".
¿Qué les dice a sus empleados sobre el rumbo y el futuro de la compañía? ¿A dónde la quiere llevar?
"En las metas nos hemos fijado ser una compañía multilatina que juegue de primera en los mercados donde opera, en los actuales —Colombia, México y Chile— y en Brasil, con un foco muy claro en la salud de los consumidores, en la innovación y en el bienestar de los empleados...".
¿Y cuál es la Mega de esta organización con apenas 13 años en el mercado?
"Sí la tengo, pero no se la voy a decir... No me quiero comprometer, porque después la recortan los accionistas cuando la vean en El Colombiano y me la cobran por ventanilla... Vamos a crecer mucho..."
Bueno... si no me dice la Mega de la empresa, sí tiene definida una mega personal.... ¿Cuál es su sueño, cuál es su sello personal?
"Esa sí se la puedo decir.... Quiero tener una compañía muy humana, en la que la gente se sienta feliz de venir a trabajar. Y creo que todos los días lo estoy logrando, porque lo veo en las conversaciones con los empleados, en las entrevistas que hago... Cada vez más gente profesional buena quiere trabajar en Team y muchas personas que se han ido, quieren regresar...
Me llena personalmente que la gente se sienta feliz de ir a trabajar a Alianza Team. Yo mismo me siento feliz de llegar todos los días a la oficina a las seis de la mañana y eso no tiene precio, porque siento que construyo en bien de la salud de la gente y del bienestar de todas las personas que me rodean".
"La inversión más importante que hemos hecho en los últimos años, es la refinería de Chile, con una capacidad de procesar unas 300 toneladas".
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