Cuando supo que había conseguido la medalla de oro, Óscar Figueroa lloró. Alzó la cabeza, se arrodilló, besó la pesa y nuevamente lloró. Su sueño, ese que le costó 22 años de trabajo, se había vuelto realidad.
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Pero el antioqueño formado como pesista en el Valle no quiso pensar solo en el futuro. Rodeado por la prensa y sabiendo que tenía -como pocas veces- la atención de todo el país, aprovechó para pedir la ayuda que hace tiempo clama para cumplir otro sueño.
“La verdad es que solo necesito que el Centro de Alto Rendimiento sea realidad. Señor Presidente y doctora a Clara Luz (Roldán), ahora que está en Coldeportes: aprueben los 10.000 millones de pesos para hacer el gran Centro de Alto Rendimiento de Suramérica Óscar Figueroa, en la ciudad de Cali”, dijo.
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El ganador de la tercera medalla olímpica de oro en la historia de Colombia habló de su sueño de educar jóvenes, formar a otros pesistas que sigan sus pasos y cosechen más triunfos.
Con todo el conocimiento del caso, dijo que no quiere que nadie más sufra para levantar el ánimo de un país y bañarlo en oro. “Que deportistas no tengamos que estar sufriendo traumatismos cada vez haya condiciones atropelladoras o unos dirigentes corruptos”, agregó el campeón olímpico.
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