x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Oro forjado entre carencias y sufrimientos

La medalla olímpica ganada por el haltero de Zaragoza, Antioquia, fue el justo premio a su disciplina y al sacrificio de muchos años.

  • La dicha, el júbilo y la explosión de sentimientos de Óscar Figueroa, el primer varón colombiano que logra un oro olímpico. FOTO ap
    La dicha, el júbilo y la explosión de sentimientos de Óscar Figueroa, el primer varón colombiano que logra un oro olímpico. FOTO ap
  • Óscar Figueroa inició su recorrido, en busca del oro, levantando 142 en el arranque. FOTO colprensa
    Óscar Figueroa inició su recorrido, en busca del oro, levantando 142 en el arranque. FOTO colprensa
  • En el envión alcanzó una marca de 176, para un total de 318, asegurando así el oro. FOTO ap
    En el envión alcanzó una marca de 176, para un total de 318, asegurando así el oro. FOTO ap
  • Sin sus zapatillas, se arrodilló y besó la pesa que le permitió convertirse en el mejor. FOTO afp.
    Sin sus zapatillas, se arrodilló y besó la pesa que le permitió convertirse en el mejor. FOTO afp.
  • En el podio Eko Yuli Irawan (Indonesia), Figueroa y Farkhad Kharki (Kazajistán). FOTO afp
    En el podio Eko Yuli Irawan (Indonesia), Figueroa y Farkhad Kharki (Kazajistán). FOTO afp
  • Durante la ceremonia, en la que entonó el Himno Nacional, volvió a romper en llanto. FOTO afp
    Durante la ceremonia, en la que entonó el Himno Nacional, volvió a romper en llanto. FOTO afp
  • Feliz y bañado en lágrimas, mostró su medalla. La ofreció a todo el país y su familia. FOTO afp
    Feliz y bañado en lágrimas, mostró su medalla. La ofreció a todo el país y su familia. FOTO afp
Óscar Figueroa: Oro forjado entre carencias y sufrimientos
09 de agosto de 2016
bookmark

Arrodillado y llorando. ¿Cuántos momentos de su vida se le cruzaron, en ese instante, a Óscar Albeiro Figueroa Mosquera, mientras intentaba digerir lo que acababa de protagonizar en la tarima de Río: ganar un esquivo oro que buscó, incansablemente, como si estuviera “barequiando”, por dos décadas.

Barequiar fue quizás lo primero que escuchó hablar en su natal Zaragoza, Bajo Cauca antioqueño, donde vivió apenas once años y donde su padre, Isaac, le enseñó a conseguir el sustento.

(Lea aquí: Óscar Figueroa, un antioqueño desplazado por la violencia)

De la mano de su madre Hermelinda y tres hermanos más, Óscar fue llevado a Cartago, donde una prima de ella los esperaba para empezar una nueva vida, lejos de lo que la sabia mamá decía: “aquí -en Zaragoza- no hay futuro”.

(Lea aquí: El abrazo de la madre, la otra sorpresa para Figueroa en Río)

Medio tendido en el lugar donde minutos antes había logrado lo que trabajó por más de 20 años -22 para ser exactos, desde cuando empezó a figurar en campeonatos nacionales juveniles-, Óscar Albeiro, llorando y quitándose las botas, en señal de haber cumplido ya su tarea, celebró como casi todos los colombianos que derramamos, así fuera una que otra lágrima de emoción, o cuando, escuchando el Himno en el podio, volvió a aflorar ese fervor patrio que, desde que empezó a representar al país, siempre entonó.

“Óscar nunca desfalleció, nunca echó para atrás. Sacrificios, lesiones, angustias, las superó con entereza, las sorteó todas”, señala Jáiber Manjarrés, su primer entrenador en Cartago.

Nada ha sido fácil. Ni la estadía en su segunda casa natal. Allí estudió mientras Hermelinda se las rebuscaba en casas de familia en labores domésticas buscando el sustento diario.

O cuando, ya maduro en el ejercicio de las pesas, aparecieron las lesiones, de muñecas, de columna que obligaron a las cirugías, incluso una a principios de 2015 -hernia discal- y que, de seguro, han dejado secuelas que le impidieron, en su momento, celebrar con más tiempo la conquista de una medalla.

“El recuerdo más terrible lo tiene de su participación en Pekín-2008, cuando justo en su primer ejercicio, le sobrevino una lesión en la mano”, cuenta Oswaldo Pinilla, el hoy seleccionador nacional y con quien coronó el éxito de Río, primero de un varón colombiano.

(Vea aquí: Lágrimas y oro en el triunfo de Figueroa)

La animada barra que impulsó tamaña faena y que iguala la gesta de María Isabel Urrutia, en su deporte, y la de Mariana Pajón, reconoció en el esfuerzo del pequeñín Óscar y lo premió con más que una medalla, aplausos y gritos que hoy retumban en el haltero de 33 años al que la vida, finalmente, le da ese esquivo oro.

(Lea aquí: “Voy a pensar si sigo en Tokio 2020”: Figueroa)

312
alzó Eko Irawan (142-170), plata y 305 el kasajo Farkhad Kharki (135-170), bronce.
142
kilos en arranque. Empezó con 137 y falló en el intento de alzar 145. Fue primero.
176
kilos en envión. Abrió con 172 y falló el tercero con 179. Es vigente récord olímpico (177).

EN DEFINITIVA
A pesar de las carencias, Óscar Albeiro Figueroa se puso como meta ser el mejor y ayer conquistó la tercera medalla dorada del país en unos Juegos Olímpicos. También ostenta una plata.

Infográfico
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD