No podía ser mejor el cierre de la presencia colombiana en los Juegos Olímpicos Río-2016. Mariana Pajón Londoño confirmó que es la mejor del mundo en el BMX. Ganó la segunda medalla de oro olímpica para ella y es la compatriota más ganadora de todos los colombianos.
Pero su clave, más allá de lo deportivo, de la preparación, del talento y la dedicación, es el apoyo de los colombianos, el saber que todo el país le envía las mejores energías, esas que ella sabe recibir para volverse enorme y demostrar en la pista de los grandes eventos que en el BMX no tiene rival. Es la mejor.
Y con todo ese valor que tiene la antioqueña, su humildad alcanza a llegar a los mismos niveles de sus logros deportivos, e incluso los supera, porque siempre deja claro que, antes de las competencias, la concentración le impide hablar con los medios, pero después los reconoce como parte de su equipo de trabajo. Ella es la gran Mariana Pajón Londoño.
¿Cuál es el sentimiento con su segundo oro olímpico?
“Feliz, si una medalla de oro era impresionante, dos ya es enorme. Es de mucho esfuerzo, de tomar la determinación de luchar por algo. Fueron 4 años, un capítulo nuevo que queríamos cerrar así”.
¿Cómo vivió la carrera final?
“Fue muy buena, estuve muy contundente. Quería, desde la primera manga, hacer lo mejor. Llegué en mi 100 por ciento, estaba demasiado preparada, me esforcé muchísimo, estuve contra la corriente mucho tiempo y aquí todo fluyó para el oro”.
¿Se imaginó que iba a ser tan contundente?
“Así lo había visualizado, un triunfo contundente. Una vez llegué y vi la tribuna llena, me mentalicé más, quería estar en el podio. Esa afición era como correr en un campeonato nacional, corrí como en casa, por toda la gente que me animó y me entregó esa energía”.
¿Cómo vivió de forma paralela la carrera de los hombres?
“Los dos lo hicieron muy bien. Carlos es una persona que ha luchado mucho, al igual que Oquendo, los dos se merecen lo mejor y esta medalla de bronce es muy importante para el deporte colombiano, para el BMX”.
¿Qué tan importante fue el acompañamiento de los colombianos?
“Fue increíble, yo subía al partidor y ya sentía toda esa energía. Cuando respiro toda esa energía de los colombianos me vuelvo enorme”.
¿Qué significa ser la deportista más ganadora de la historia de Colombia?
“Para mí todos los deportistas que trabajan todos los días, que llegan a unos Juegos Olímpicos e incluso los que hicieron todo el proceso y no alcanzaron a llegar, tienen el mismo reconocimiento. Todos hicieron el mismo esfuerzo que hice yo, quieren lo mejor, simplemente no se nos abre el camino a todos, pero si luchan más podrán lograrlo. Algunos lo consiguen otros no, pero igual se preparan para ganar”.
¿Cuál es el mensaje para los colombianos?
“Que no solo es una medalla. Yo siempre he dicho que quiero dejar un legado más allá de las medallas y es demostrarle a Colombia que podemos unirnos, sin importar qué religión somos, de qué región somos, todos los colombianos somos uno solo y nos podemos unir con un solo fin: sentirnos orgullosos de ser colombianos, de hablar español, de saber que yo me entreno y me preparo en mi país, y que desde allá, desde Colombia, salgo a ganar. Soy feliz haciendo las cosas en mi país. Ese es el legado que quiero dejar”.
¿Cómo describe el hecho de tener dos medallas de oro olímpicas?
“Es un proceso de muchas personas, de la fisio, de la médico, de todos los voluntarios, de la prensa, de todos, el BMX tiene muchas ganas de seguir dándole alegrías al país, por eso ganar una me cogió de sorpresa en Londres, todavía la miro en el cuarto y digo: ‘me gané una medalla de oro’, pero dos pesa mucho más, es grandioso y uno a veces no lo cree, pero es el fruto del trabajo constante”.
¿Cuál es la diferencia entre el triunfo de Londres y el de Río?
“La diferencia es más experiencia, saber lo que iba a sentir en el partidor, que por la tribuna estábamos como en casa, sentir toda la gente. La primera medalla de Londres fue muy bonita, estar en el podio allá era de no creer, pero esta sí fue demasiado increíble, muy emocional, escuchar el Himno Nacional otra vez, saber que todo lo soñado era realidad y que es un proceso muy bonito. En Londres cerramos un capítulo e iniciamos este y todo salió como queríamos. Acá llegué muy sana, en Londres estaba muy golpeada”.
¿De qué está hecha Mariana Pajón?
“De sueños, de decisiones, de trabajo duro, de felicidad, de carita feliz, porque mi mamá me dice “cara feliz” y ese es el mejor ‘doping’ de todos, una sonrisa enorme que me llene de energía. De tener un círculo de trabajo muy positivo”.
Bonito lo del podio latinoamericano con Stefany...
“Un podio latinoamericano es enorme, saber que somos potencia a nivel mundial, que se ha hecho un trabajo muy fuerte desde dos países que al principio no teníamos apoyo y ahora saber que somos potencia y nos están impulsando para lograr cosas más grandes. Que Venezuela gane también es enorme, es muy importante para nuestros países, que en estos momentos difíciles de Venezuela es importante saber que un atleta puede unir a un país. Eso fue lo que hizo Stefany, unir su país”.
¿Qué tan importante fueron las derrotas de este ciclo olímpico para tener hoy la medalla de oro?
“Después de Londres cambió el BMX por completo, porque de nosotros se hablaba poco, no se sabía bien qué era, cuando empecé en el deporte decía que era campeona mundial de BMX y no sabían qué era, pero hace cuatro años el BMX unió a un país, se empezó a hablar más, se abrió demasiado y se dieron cuenta de que yo no me las gano todas, es un proceso, tenemos que levantarnos fuertes de las derrotas, es parte del triunfo, son cosas que tenemos que vivir y sirven para hoy tener el oro”.
Después de Londres pensó en Río ¿ahora es Tokio?
“Ese desde ahora será mi sueño. Trabajaremos para dar el 100 por ciento en Tokio y también pienso en 2024”.
¿Tiene muchas cábalas?
“¿Las cábalas? Las mismas: las uñas de dorado, los aretes que me regala mi mamá, las medias de diferente color, los guantes también, tener mi familia donde corro, la ilusión de todo el país, cartas que me escriben y las leo para llenarme de energía, pero no son tanto como cábalas, es lo que me hace sentir mejor y me llena de mucha energía”