De niño, Luis Javier Mosquera perseguía sus sueños detrás de un balón. “Todavía salgo a jugar y lo hago bien”.
Pero lo hace de manera recreativa, porque la habilidad y poder que posee el vallecaucano en sus piernas las puso en práctica en otra disciplina en la que rápidamente escaló alto para lograr sus metas: el levantamiento de pesas.
De Navarino, Jairo, Jhoana y Fernando, sus hermanos mayores, heredó la pasión por la especialidad. Y como los alumnos avanzados, de manera sorpresiva y pese a su corta edad, empezó a tener notas altas. Su talento es tan admirable que el menor de su familia, José David, sigue sus pasos. Como él, ya fue campeón mundial (júnior).
“Luis siempre fue disciplinado y obstinado. Lo empecé a entrenar a los 7 años. Se enojaba y lloraba porque no le aumentaba de kilos. Quería levantar lo mismo que los grandes. Le decía que fuera con calma, me respondía que si no lo hacía no volvería a clases”, recuerda Damaris Delgado, su primera entrenadora en Yumbo, Valle, donde nació el atleta.
Ayer, en Río de Janeiro, Mosquera dejó claro que tiene fortaleza para llegar más lejos en este deporte. En sus primeros Olímpicos, y con 21 años, terminó cuarto en los 69 kilogramos luego de alzar 155 kilos en arranque y 183 en el envión, para un total de 338. De esta manera logró diploma olímpico, un premio a su esfuerzo, dedicación y superación, si se tiene en cuenta que en febrero pasado no era capaz de alzar, por el dolor que sentía, a Joseph, su hijo de dos años de nacido.
De hecho se perdió el Mundial de mayores en Houston en diciembre, y tres meses más tarde fue operado de una hernia discal lumbar por el traumatólogo Jorge Ramírez.
En Brasil dio una muestra de su mejoría. Su resultado ilusiona con una mejor actuación en Tokio-2020. “Lo que se traza en la mente lucha para conseguirlo, lo importante es que está de vuelta”, expresó el entrenador vallecaucano Jaiber Manjarrés.
Por un kilo, Luis Javier no logró subir al podio. Está joven, y como agrega Manjarrés, “ya tendrá su revancha”.
El oro fue para el chino Zhiyong Shi (162-190-352), la plata para el turco Daniyar Ismayilov (163-188-351) y el bronce para Izzat Artykov, de Kirguistán (151-188-339). El otro colombiano en acción, Edwin Mosquera, fue séptimo pero en el grupo B de esta división (140-170-310).