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Gigantes de flores están de carnaval por Colombia

Desde hace cuatro años se realiza esta propuesta que cuenta historias a través de figuras que visten de flores.

  • El Diablo del Carnaval de Riosucio es una de las cinco figuras que se podrán ver esta semana en los gigantes, que están hechos de pinochos, margaritas y pompones. FOTOS donaldo zuluaga

    El Diablo del Carnaval de Riosucio es una de las cinco figuras que se podrán ver esta semana en los gigantes, que están hechos de pinochos, margaritas y pompones.

    FOTOS donaldo zuluaga

  • Los silleteros trabajaron esta semana en los Gigantes de flores, que están listos este lunes para el público. FOTO henry agudelo
    Los silleteros trabajaron esta semana en los Gigantes de flores, que están listos este lunes para el público. FOTO henry agudelo
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02 de agosto de 2015
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La marimonda tiene una corbata de flores que es, dice el silletero Fabián Atehortúa, como una guayabera. Es que no sabían qué hacer con la corbata y se les ocurrió que a ese gigante que tiene un lente azul y uno verde, le vendría bien tener una corbata así.

– A mí lo que me parece más importante en la marimonda –sigue Fabián– es que tenga colores muy vivos, como el Carnaval de Barranquilla. Lo de la corbata son ideas que uno plasma a medida que va trabajando, porque dice, me queda mejor. Uno va jugando con las formas y los colores.

La marimonda es uno de los cinco gigantes de flores en los que 33 silleteros trabajaron esta semana y que desde este lunes podrán verse terminados en Caja de madera de Plaza Mayor, rodeados de un tapete de flores que dibuja a su vez un mapa de las regiones de Colombia.

Hace cuatro años se empezó con los gigantes. En ese entonces hacían referencia a los íconos antioqueños y en flores quedó hecho un silletero gigante. Luego vinieron los juegos tradicionales, y hubo un parqués gigante y una pirinola y hasta un catapis. El año pasado fue un homenaje a la fauna, y un tigre rugió junto a un armadillo y una libélula.

Esta vez la historia se cuenta desde cinco fiestas de Colombia, que como la cultura silletera, que este año se oficializó como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, también son patrimonios del país.

– Los gigantes –cuenta el silletero– es un trabajo sobre los patrimonios inmateriales colombianos. Del Carnaval de Barranquilla tenemos la marimonda; del de Negros y Blancos de Pasto, un mestizo; del Carnaval de Riosucio, el diablo; de las Cuadrillas de San Martín, un guahibo, y del Carnaval del pirarucú de oro, un pirarucú. Aunque no nos quedamos solo en la imagen de lo que significa el carnaval, sino que desde otro patrimonio inmaterial que lo está haciendo, que somos los silleteros, les damos más colorido a las fiestas.

Fabián hace silleta emblemática y por estos días en que estaba de coordinador del grupo de la marimonda, trabajó en las noches, unas dos horas, en la silleta con la que va a desfilar el próximo domingo. Esta semana sí la tiene libre para dedicarse por completo.

Pasa igual con los otros 32 silleteros que andaban en los gigantes. De a raticos trabajaron en sus silletas en casa, o por lo menos encargando las flores que van a necesitar. Aunque eso depende del tipo de silleta. Marco Antonio Londoño, por ejemplo, es silletero tradicional.

– La de tradición –comenta– es muy ventajosa, porque son como ramos amarrados, entonces solamente uno llega, amarra los ramos, y uno en cuatro horas la hace. No es lo mismo que hacer una emblemática o una comercial, que tienen más trabajo. Es amarrar y nos fuimos.

Marco Antonio estaba trabajando en el diablo de Riosucio, y como no tenían la variedad de colores que tiene esta figura, andaban buscando colores parecidos que le quedaran bien al de alas grandes.

–Estamos jugando con los colores, porque como no hay rojo, le vamos a meter fucsia. Va a quedar muy carnavalesco, eso sí. A lo mejor cambián de opinión en Riosucio y dicen, eso quedó más bonito allá en Medellín, vamos a hacerlo así (se ríe).

Porque en los gigantes hay muchos retos, sobre todo en los colores.

El mestizo era complejo, por lo del negro, un tono que no tenían, pero eso no le preocupó al grupo que lo estaba haciendo. Jorge Hincapié, que ya lleva tres años con los gigantes, señala que hay que buscar colores que lo reemplacen.

– La naturaleza sabe cómo hace sus cosas y no nos da el negro. Todos somos conscientes de que una flor negra no la vamos a encontrar y no tenemos la anilina negra para tinturar. Hay un proceso con un aerosol, pero es muy costoso, porque se puede utilizar en flor y no la va a quemar, como sería el caso de la laca. Entonces jugamos con los colores. El colorido es importante. El rostro del mestizo va a tener unos muy llamativos. Lo que hacemos es tratar de combinarlos para que se vean bien bonitos y contrasten los fuertes con los claros.

El mestizo iba muy carnavalesco, entre azules, rojos, fucsias y amarillos, no obstante, terminó más azul y blanco.

Un gigante se puede llevar hasta 1.200 paquetes de flores. Más o menos, calcula Fabián.

El proceso

Los gigantes, antes de llenarse, recorren un camino que empieza en la elección del tema, el diseño y en la fabricación de las estructuras en los talleres de los alumbrados navideños. Luego, sí, pasan a donde los silleteros, quienes cuidan varios detalles, como el oasis, que es esa espuma verde donde pegan las flores, y que debe estar mojada siempre, para que se hidraten y puedan durar los días que dura la Feria. Luego pusieron flor por flor.

No rezan, eso sí, por las flores ni por el clima. Confían en la naturaleza y en el proceso. El lunes hidrataron las flores, luego es cuestión de mantener el oasis húmedo y seguir regándolas, para que no se dañen.

–Nosotros –explica Fabián– no rezamos. Los hacemos (a los gigantes) y ellas (las flores) nos hacen el favor de durar.

También queda alguien encargado de ir reemplazando una que otra que no resista el calor o tantos días, porque no todas son iguales, y unas tienen más durabilidad y resistencia al calor o al frío.

Entre un gigante y una silleta hay muchas cosas en común, las dos se trabajan con flores e implican creatividad, pero mientras en los gigantes ya tienen la estructura hecha e incluso un modelo, que ellos van acomodando a su experiencia y a sus ideas para que quede lo mejor posible, en la silleta inician de cero. Ella es, de todas maneras, un poco más difícil.

– En el proceso de las silletas y los gigantes –indica Fabián– hay que tener mucho cuidado con la flor con la que se trabaja, porque hay unas que son muy delicadas. Con los gigantes hay que tener más cuidado por la altura, la imagen es muy grande y uno tiene que estudiar la forma y todo, y basarse mucho en lo que son los carnavales. Las silletas se pueden llevar más trabajo que una figura de estas, porque nosotros trabajamos acá con ideas concertadas, mientras que la silleta es más del silletero, más propio, y uno expresa más lo que es uno.

Los gigantes implican trabajo en equipo, y ellos coinciden en que uno de los elementos importantes es la unión que tienen entre ellos. Por figura hay un grupo al que se suman los patinadores, que son los que van y vienen trayendo las flores, más los que cortan y los que hidratan.

Todo para que los gigantes de este año estén vestidos de flores y, al mismo tiempo, de carnaval.

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