ulieth Restrepo es inquieta por naturaleza, le gusta estar explorando, no le gustan las llamadas de zonas de confort, por esas mismas razones fue que hace dos años decidió dejar el país, tal vez en el mejor momento de su carrera y radicarse en Los Ángeles, a comenzar de cero. Esta semana vuelve a ser noticia tras el estreno en la cartelera de cines del remake de la cinta colombiana La Pena Máxima, en el rol que en 2002 interpretó Sandra Reyes. A la par de este proyecto y los que adelanta en Los Ángeles, no solo como actriz, sino como productora y escritora, por estos días es todo un boom en Instagram gracias al personaje que se inventó, el de La Muñe.
¿Cómo te vinculaste con este proyecto de la pena máxima?
“El año pasado vine a Colombia a promocionar un proyecto y mientras estaba en el país pude audicionar para La Pena Máxima, algo que me emocionó mucho, es una película que me encanta, de las de Dago García es mi favorita, es una historia muy universal, tiene amor, comedia, tragedia y fútbol. Ya cuando estaba de regreso a Los Ángeles me confirmaron que había quedado, así que me tocó hacer de nuevo maletas y regresar. Fue muy bonita la experiencia”.
¿Te guiaste por el personaje que en su momento interpretó Sandra Reyes?
“Había visto al película hace cerca de 10 años y me la volví a ver hace cuatro o cinco años, pero a la hora de asumir el personaje no quise tener referencias, quise construir un nuevo rol, pero sin duda el hecho de que haya sido Sandra Reyes la primera en haber interpretado a Luz Dary representa un reto muy grande, por eso decidí que el personaje tuviera otro rumbo, en especial porque en esta película soy la única colombiana en ese universo mexicano y eso te pone en un panorama muy diferente”.
Se nota que disfrutas bastante el trabajo en las comedias...
“Hacer comedia me encanta, hace un par de años hice Malcriados y luego siguió Mamá, un drama, y ahora en el segundo semestre saldrá una comedia romántica en la que trabajé. Es algo que no quiero dejar de hacer, me encanta tener ese equilibrio entre el drama y la comedia, son dos géneros muy complejos, cada uno en su estilo que buscan lo mismo: conectar a la gente. Hacer reír a la gente es lo más difícil y quedé muy tranquila con el resultado final de La pena máxima, con una dirección muy clara de Rodrigo Triana”.
¿Qué balance haces de tu estadía en Los Ángeles?
“El tiempo pasa muy rápido, llevo más de dos años y medio, afortunadamente he tenido la posibilidad de trabajar en Colombia, así que siento que esa brecha no ha sido tan fuerte, no me he desconectado del país, eso ha sido muy bonito para mí, lo cierto es que fue arrancar de cero, llegué a Los Ángeles con muchas herramientas, he tenido la posibilidad de seguir preparándome como actriz y comenzar un camino como productora y escritora, con mis propios proyectos, eso me tiene muy contenta”.