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Escribir sobre lo que opinaba fue una costumbre para el bumangués José Manuel Acevedo desde que tenía 14 años. Quizá por ello el periodismo lo fue conquistando cuando le abrieron, a esa edad, espacios que dejaban los columnistas del diario Vanguardia de Bucaramanga; era la oportunidad perfecta para opinar.
“Los medios de comunicación me gustaron desde siempre. A los 14 años en Bucaramanga leía mucho la prensa. Un día se me ocurrió pedirle una cita al director de Vanguardia Liberal (su nombre en ese momento) y le dije que yo quería opinar, que los jóvenes teníamos cosas para aportar en los debates cruciales de la sociedad. El tipo me dijo: ‘listo, venga y nos escribe de vez en cuando y cuando un columnista no pueda escribir por alguna razón, entonces metemos su artículo de relleno’”.
El “relleno” se fue convirtiendo en algo muy serio, tanto que sus ganas de escribir y opinar llegaron a Bogotá donde consiguió ser columnista del diario El Espectador, usando el mismo discurso: “¿Por qué no les abren las puertas a los jóvenes para opinar en el diario?”. Y así ha seguido, opinando en diferentes publicaciones del país, como Semana y El Tiempo, sobre la realidad nacional.
En 2013 ingresó a RCN Televisión como periodista económico y político, dirigió el segmento de Si o No en 2017, se desempeñó como subdirector de Noticias RCN y posteriormente fue nombrado como director del programa informativo de RCN en 2021.
Desde RCN TV lidera modificaciones con una apuesta muy fuerte en las regiones y en darles voz a los jóvenes. Acevedo es consciente del rol que deben cumplir los medios independientes y medios tradicionales en la información, así como de las redes sociales.
“Los medios independientes y regionales vienen haciendo un periodismo más aguerrido y le impusieron a los medios de comunicación grandes y tradicionales una obligación superior para no hacer un periodismo parcializado. Hay mucho que aprender”.
Por otro lado le preocupa el papel de divulgación de las noticias en las redes sociales. “Las redes sociales son indudablemente un medio eficiente para llevar los mensajes, pero tienen el riesgo del simplismo, de que nada existe más allá de los 140 caracteres. También de que nos quedemos en la frases reveladoras pero no vayamos más allá, aunque nos ha permitido conectarnos a ritmos y velocidades impresionantes, de tal manera que las chivas hoy ya casi que no existen; es muy difícil declararse poseedor de un pedazo de información”