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Saltamontes fritos, oveja cocida y consejos gastronómicos de África en los nuevos episodios de Me voy a comer el mundo

Este popular programa de El Gourmet viajó a África. Allí la periodista y presentadora española Verónica Zumalacárregui descubrió la cultura gastronómica de Senegal, Uganda y Kenia. EL COLOMBIANO conversó con ella.

  • Verónica Zumalacárregui es la periodista y presentadora del programa Me voy a comer el mundo. FOTO Cortesía El Gourmet
    Verónica Zumalacárregui es la periodista y presentadora del programa Me voy a comer el mundo. FOTO Cortesía El Gourmet
  • Verónica en Uganda, parte de sus episodios que se pueden ver por el canal El Gourmet. FOTO Cortesía
    Verónica en Uganda, parte de sus episodios que se pueden ver por el canal El Gourmet. FOTO Cortesía
15 de octubre de 2024
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Cualquier turista apasionado sabe que las costumbres de un país se conocen en profundidad desde su gastronomía, pero además que es necesario alejarse de lo más turístico y relacionarse con quienes más tiempo llevan en esas tierras.

Eso lo tiene claro la periodista y presentadora española Verónica Zumalacárregui, quien vuelve con uno de los programas más populares de El Gourmet: Me voy a comer el mundo y esta vez visitará varios destinos de África para presentar a los televidentes las costumbres culinarias de países como Senegal, Uganda y Kenia.

EL COLOMBIANO conversó con Verónica sobre esta experiencia única en África, los sabores que probó y le gustaron, los que no tanto y sus recuerdos cuando el programa pasó por Medellín.

¿Cómo se organiza desde la producción un viaje así, hay mucha preproducción o también dan pie al asombro?

“Grabar en África Me voy a comer el mundo ha sido un gran reto porque como tú bien estás deduciendo ahí las cosas son más difíciles. Para grabar, por ejemplo, en Londres basta con que mire por internet, páginas de TripAdvisor, Booking, para ver fotos, videos y en África eso no pasa, porque el restaurante, la mayoría de ellos son puestos callejeros, que abren los días que les apetece. Entonces a nivel de producción han sido bastante difícil y hemos trabajado también con alguien en cada país que nos ha ayudado un poco a gestionar esto y que ha ido grabando videos o haciendo llamadas conmigo para que yo mirara esos sitios y pudiese decidir y también ha habido un componente muy fuerte que ha sido divertido y creo que a nivel programa se va a ver y es el factor de la espontaneidad.

Muchas cosas que teníamos previstas no han salido y otras cosas que no teníamos previstas sí han salido después de luchar mucho, de esperar mucho en el carro, de decidir, de hablar, de atascos, pero también eso ha sido lo bonito de África, que aunque Me voy a comer el mundo es un programa vivo, que siempre que nos encontremos algo que no estaba planeado y nos parece interesante lo vamos a grabar hemos estado abiertos y muy atentos a todo aquello que pudiera ocurrir”.

¿Qué fue lo que más la sorprendió de este viaje a África?

“Para empezar Kenia, quep ha sido el país donde más a prueba han puesto mi curiosidad gastronómica, a mí me gusta probar todo, pero ahí ha habido alguna cosa que me ha costado más probar y sobre todo con los masáis, estos indígenas que viven en el Masái Mara y bueno, pues ellos tienen algunas costumbres culinarias que no son fáciles para alguien como yo, entonces no solo por lo que comen sino por todo el ritual que implica comer sus alimentos. Ha habido realidades muy divertidas como un té de oveja, no, que ya lo veréis. Ese capítulo de Kenia es el único desde hace siete años que estrenamos Me voy a comer el mundo que tiene un disclaimer de estas imágenes que dice que pueden herir tu sensibilidad. A nivel de periodismo gastronómico ha sido duro, pero muy interesante”.

¿Cómo analizas esa posiblidad de poder probarlo todo o casi todo al rededor del mundo?

“Es un privilegio para mí, más allá de poder probar todos esos tipos de comida distintos, es poder convivir con esa gente que me da a probar esa comida. Porque al final la comida es lo que nos une, pero también es lo que nos permite ir más allá de la propia gastronomía y conectar culturalmente, aunque tengamos tradiciones, vivencias, estilos de vida y creencias súper distintas y a nivel culinario a mí me pasa una cosa curiosa –que he estado comentando mucho en mis redes en estos días– y es que normalmente la gente cuando viene de un país, viene harto de la comida de ese país y con muchas ganas de la comida del suyo y a mí me pasa lo contrario: yo estoy 20 días en Vietnam comiendo comida vietnamita y vuelvo a Madrid con más ganas de comida vietnamita. Pero con África me pasó lo contrario, después de estar varios días en África llegué con ganas de una tortilla de patata”.

No llega un momento en el que se cansa de probar...

“No, no me canso de probar. En África ha habido alimentos que para mí han sido lo más extraño que he comido nunca, muchas vísceras, muchos rituales con los animales que chocan mucho, pero no me canso de probar, a mí me encanta la gastronomía y me encanta probar sabores nuevos”.

Podría pensarse que usted lo ha probado todo...

“No, de hecho África es la muestra de ello y aunque ha sido curioso porque allí hubo alimentos que no ha visto en ningún sitio excepto en algún país Latinoamericano y que en África he vuelto a ver, pero siempre hay algo que no has descubierto, por mucho que haya ido a un país, por eso no me importa repetir destinos, porque por mucho que haya ido a una ciudad siempre descubres cosas nuevas”.

¿Cuál es la mejor recomendación que usted puede darle a un viajero?

“Para mí la clave es abstraerse un poco de no hacer el turista. O sea, si quieres viajar de verdad intenta ir, aunque sea a un par de sitios, donde vaya la gente local, me da igual si es a comer, si es una iglesia, un templo, una tienda, un mercado, intenta hacer cosas que haga la gente local, porque si no para qué viajas si vas a hacer lo mismo que haces en tu país. ¿Te vas a comer una hamburguesa en Tailandia?, ¿o un sánduche estando en Colombia? No, tómate unas cazuelitas, un buen sancocho, vete a un mercado donde vaya la gente, practica el deporte que hacen allí o vete a ver un partido del deporte nacional, intenta vivir estos días en cierta manera como la gente local, haciendo aquello que te guste, no solo comer, que es mi caso, sino aquello que a ti llame la atención”.

Uno de sus programas se los dedicó a Colombia y a Medellín, ¿qué recuerda en especial de esta gastronomía que quiera volver a comer?

“Quiero volver a comer unas cazuelitas en La Ceja que me encantaron. Hace poco tuve una boda de un amigo mío español que se casó con una amiga colombiana y trajeron aguardiente y fue muy divertido. Pero todavía me queda mucho por visitar en Colombia. Las vacaciones del año pasado pasé unos días en San Andrés buceando, hice vida local, estuve unos días sola y me fui a bailar con gente de allí, porque también viajo mucho por trabajo, pero también viajo mucho a nivel personal”.

$!Verónica en Uganda, parte de sus episodios que se pueden ver por el canal El Gourmet. FOTO Cortesía
Verónica en Uganda, parte de sus episodios que se pueden ver por el canal El Gourmet. FOTO Cortesía
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