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Los creadores de la serie, los españoles Ramón Campos y Gema R. Neira, comenzaron con tres ideas. La primera, una imagen de cinco amigos jóvenes frente a un accidente de tránsito; la segunda, el Miami de quienes la habitan, y la tercera, la multiculturalidad que la ciudad representa, como punto de encuentro de toda la comunidad hispanoamericana.
Con eso escribieron ocho capítulos, en los que muestran cómo las decisiones que tomaron los amigos la noche del accidente van a determinar sus vidas y qué va a suceder cuando se encuentren 20 años después.
Los personajes principales están encarnados por las nominadas al Óscar, Marina de Tavira y Rosie Pérez; el ganador del premio Ariel, José María Yazpik; las ganadoras del Goya, Maribel Verdú y Soledad Villamil; el ganador del Emmy, Željko Ivanek, y Manolo Cardona. Ellos se verán sumergidos en una trama policiaca, cuando veinte años después de su graduación, reciben el mensaje de texto: “Mañana. Reunión de antiguos alumnos. Ve o lo contaré todo”.
Todos son profesionales de diferentes procedencias socioeconómicas, lo que termina marcando la forma en que abordan la tragedia y lo que les pasará en adelante.
Los giros de la historia, dirigida por el israelí Gideon Raff, director de Prisioneros de guerra y El espía, van soltando las complejidades de los personajes y lo que eran 20 años antes, una trama paralela donde están caracterizados por Jorge López, Alicia Jaziz, Darío Yazbek Bernal, Alicia Sanz, Jack Duarte y Miranda de la Serna. Una nueva generación de actores que promete tener el mismo palmarés de sus antecesores.
La multiculturalidad
AppleTV+ se subió a la ola de realizar productos de diferentes procedencias geográficas, fuera de la industria estadounidense, para aprovechar las ideas novedosas que surgen y las formas diferentes de contar historias.
En este caso, se trata de un equipo de producción español que decidió abrirse a Latinoamérica para hacer una serie bilingüe (en inglés y en español) y llena de acentos, que realmente reflejan el ambiente de Miami. Los actores, en un encuentro con prensa internacional del que participó EL COLOMBIANO, explicaron que actuar en sus propias lenguas y registros les daba más libertad y les permitía adueñarse de mejor manera de los conflictos de los personajes, que van desde la dificultad de desprenderse del dominio del padre (en el caso de Manolo Cardona) hasta la infidelidad, la aceptación de una orientación sexual diversa y los conflictos de poder en un matrimonio. Sin olvidar, por supuesto, la trama criminal, para la que Željko Ivanek y Rosie Pérez hacen el papel de los detectives.
Cardona tiene la oportunidad de volver a su acento caleño, al igual que Juana Acosta que interpreta a su prometida. Víctor Mallarino está en el papel del padre de Cardona, cuyo personaje, Marcos Herrero, es un cirujano plástico que va a heredar el negocio familiar, luego de renunciar a su sueño de hacer parte de la organización Médicos sin Fronteras y regresar a Colombia para ayudar a los más necesitados. El papel del joven Marcos lo hace el mexicano Jack Duarte, el único de los actores jóvenes que no concuerda en nacionalidad con su figura mayor, por lo que tuvo que entrenar el acento de Manolo y aprender los modismos clave del personaje.
Por su parte, Pérez, de origen puertorriqueño, hace parte de una generación anterior de actores que penetraron el mercado estadounidense primero, muchas veces para encontrarse con papeles cliché, y ahora tiene la posibilidad de trabajar con un equipo internacional, hispanohablante, en una producción de alto nivel, lo que le generó grandes satisfacciones.
Además, pudo encarnar un tipo diferente de policía. “Odio cuando interpretan a los policías como personas frías que susurran todo lo que dicen. Tengo personas en mi familia que hacen parte de la fuerza pública y son comunes y corrientes, con vidas y corazones llenos de dolor o alegría. Quería darle eso a mi personaje, quería que la gente viera verdad en ella”.
La serie espera tener el éxito necesario para que se le apruebe una nueva temporada, algo que el equipo añora para reencontrarse como amigos de universidad.