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El lunes, Louis Vuitton presentó su colección de fin de año en la galería del Museo de Orsay, el director creativo Nicolas Ghesquière se subió a la tendencia de hacer cada vez más difusos los límites entre la moda masculina y femenina. Así armó a las modelos de blazers, corbatas y trajes, en siluetas ultraanchas que inspiran comodidad. Las camisas masculinas, los polos deportivos y los sacos de punto, son otras formas que hacen pensar en los códigos formales de los años 80.
Según reportó Efe, “Louis Vuitton dedicó esta colección a la juventud, en una oda a los códigos de la adolescencia, como los anchos polos deportivos de rayas y las sudaderas americanas, pero también las gabardinas, en un guiño a las universidades británicas”. De nuevo, las prendas deportivas hacen presencia, pero suben de nivel mezclándoles piezas del armario formal, para lograr la comodidad que es necesaria en la cotidianidad y que, después de la pandemia, pocos están dispuestos a dejar atrás.
Los vestidos con bolsillos, jardineras y accesorios de cuero, también fueron clave, abriendo otro camino para la expresión del “boho”. El negro y el marrón fueron los protagonistas en cuanto a color, como es tradicional de esta temporada de la moda, pero se dejaron ver toques de amarillo, azul y rojo.
Chanel celebró su tradición
Hoy, Chanel cerró la Semana de la Moda de París, apelando a su clásico material tweed, un paño tejido de manera particular que ha sido característico de la marca desde sus inicios. Al igual que Vuitton, los accesorios de cuero fueron protagonistas, como también se vio el material en algunas prendas de vestir de manera fluida, lo que se mostró en otras pasarelas de la Semana, como la de la casa española Loewe.
El punto, el tartán y el canalé inmediatamente remiten a los patrones clásicos de los tejidos, como los cuadros, pero tratados con colores más vivos que los tradicionales del otoño que les dan el giro de actualidad; además, los atuendos se acompañaron de botas “pantaneras”, que permiten ver los conjuntos, tan formales, algo más ligeros. Estas seguro serán un infaltable de los festivales de música por venir.
La media pantalón, que a veces se ven como leggins, es otro accesorio que vuelve con fuerza, se vio en Chanel tejidas y de color, pero también antes en Dior con apliques y más veladas.
Una silueta que prevalece en varias pasarelas es la falda tubo. En Chanel desfiló más clásica, por los materiales tejidos, un poco más pesados; mientras que en Versace se vio larga y ajustada, que perfila la silueta, pero es un reto para caminar.
El conflicto siguió presente
Aunque las demás pasarelas no tuvieron gestos que hablaran tan alto como el de Balenciaga, en referencia al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, sí ha habido otros gestos de solidaridad. Ghesquière no hizo ningún pronunciamiento al respecto, pero el último vestido de su pasarela llevó un polo azul y amarillo, los colores de la bandera ucraniana. Algo similar hizo Isabel Marant, que salió a saludar a sus invitados llevando una sudadera esos dichos colores.
Las grandes casas de la moda han cerrado sus comercios en Rusia, que según reporta Efe “ha reforzado sus leyes para penalizar la libertad de prensa y ha visto caer en picado el valor del rublo tras las sanciones impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y otros países”.
Periodista cultural del área de Tendencias de EL COLOMBIANO.