Un reciente informe de EY Colombia reveló que el 48 % de los trabajadores en el país está considerando dejar su empleo durante el próximo año, una señal preocupante sobre el estado del capital humano en el mundo corporativo. El dato fue presentado durante el 8.º Foro Anual de Gobierno Corporativo, organizado por el CESA.
La principal causa detrás de esta tendencia es la creciente brecha entre lo que esperan los colaboradores y la forma en que las empresas están gestionando su talento. Solo una de cada tres organizaciones en Colombia cuenta con estrategias claras para atraer, retener y desarrollar a su personal. Esta desconexión pone en riesgo la estabilidad, la productividad y la competitividad del sector empresarial.
“Hoy el talento humano ya no es un tema operativo. Es un pilar estratégico de sostenibilidad”, aseguró Ximena Zuluaga, socia directora de EY Colombia, quien advirtió que muchas compañías siguen aplazando decisiones estructurales cruciales para frenar la alta rotación de personal.
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¿Por qué los colombianos piensan renunciar?
El informe también reveló que el talento humano ocupa ya el cuarto lugar en las prioridades de las juntas directivas en Colombia, por encima del promedio regional, donde está en la séptima posición. Aun así, el 30 % de los miembros de junta consultados expresó que quisiera dedicarle más tiempo al tema, pero esa intención todavía no se traduce en cambios reales dentro de las organizaciones.
Y es que las generaciones más jóvenes están buscando algo más que un salario competitivo. Valoran la flexibilidad, el bienestar emocional y un propósito corporativo claro, por encima de las jerarquías tradicionales o beneficios convencionales. Ante esta nueva realidad, muchas empresas se enfrentan al reto de adaptar sus modelos de trabajo, que en muchos casos siguen anclados al pasado.
Además, el auge de herramientas como la inteligencia artificial generativa (GenAI) está transformando la forma en que se trabaja. En Colombia, el 78 % de las empresas ya la está utilizando, lo que genera una demanda urgente por nuevas habilidades, mentalidades más ágiles y estructuras híbridas de trabajo.
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Las empresas que apuestan por el talento, marcan la diferencia
De acuerdo con EY, las organizaciones que logran consolidar una “ventaja de talento” tienen:
- 7,8 veces más probabilidades de adaptarse a una crisis.
- 6,5 veces más opciones de mejorar su rendimiento.
- 5,8 veces más resiliencia frente a entornos desafiantes.
Esto demuestra que invertir en talento no solo es un imperativo ético, sino una estrategia de negocio con impacto directo en los resultados.
Transición demográfica: el tercer gran desafío
A los retos de desconexión interna y transformación digital se suma un tercer factor: el cambio demográfico. Colombia registró en 2024 la menor tasa de natalidad en una década, y las proyecciones indican que, para 2070, más de un tercio de la población tendrá más de 60 años.
Este panorama obligará a las empresas a redefinir sus políticas de talento: integrar generaciones diversas, promover el aprendizaje continuo, rediseñar trayectorias profesionales y considerar la migración como una fuente clave de capital humano calificado.
Al final, las organizaciones que se anticipen a estos cambios y adopten una mirada proactiva estarán mejor preparadas no solo para retener a sus equipos actuales, sino para convertirse en espacios donde las personas quieran crecer y construir una carrera a largo plazo.
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