Asumir el liderazgo de un equipo que no se ha formado desde cero es uno de los retos más comunes, pero a la vez más complejos, dentro del mundo laboral. La movilidad interna, las reestructuraciones y la rotación de personal han hecho que cada vez más profesionales se enfrenten a la tarea de liderar grupos que ya cuentan con dinámicas definidas y relaciones previas. Esta situación, aunque habitual, requiere habilidades de adaptación y gestión que van más allá del conocimiento técnico.
Lejos de ser un cambio menor, heredar un equipo significa encontrar el equilibrio entre el respeto por el trabajo previo y la implementación de nuevas ideas. Ante este escenario, Harvard Business Review desarrolló una guía con cinco pasos esenciales para liderar equipos heredados de forma efectiva, priorizando la creación de confianza y el análisis objetivo del talento antes de introducir cambios estructurales.
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1. Liderar con curiosidad, no con conclusiones
El primer paso consiste en evitar los juicios rápidos. Observar, escuchar y preguntar permite comprender la dinámica interna del grupo y descubrir talentos ocultos que pueden no ser evidentes a simple vista. “Dese tiempo para detectar no sólo las carencias de talento, sino también los puntos fuertes ocultos y el potencial sin explotar”, explica el informe.
2. Evaluar el talento de manera objetiva
3. Construir confianza a través de la transparencia
Aunque se planifiquen ajustes, la prioridad inicial debe ser generar confianza. Comunicar con claridad las expectativas, los procesos de evaluación y los criterios que se tendrán en cuenta para la toma de decisiones es fundamental para fortalecer la relación con el equipo.
“No subestime el capital de confianza que sus líderes heredados pueden tener ya. Sus relaciones, influencia y conocimientos institucionales pueden servir de puente entre el pasado y el futuro”, señala Harvard Business Review.
4. Equilibrar la conservación con la transformación
Un liderazgo efectivo reconoce el valor de lo que ya existe. El cambio debe ser gradual y responder a necesidades reales, respetando las fortalezas construidas por el equipo anterior.
5. Evitar la imprudencia en el cambio