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Desde todos los lugares aportas
La vida productiva presenta diversos caminos que pueden elegir los individuos apoyados en
sus experiencias, competencias
y deseos.
06 de febrero de 2021
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El trajín diario y los ires y venires de días exitosos y de otros fracasados a veces opacan las verdaderas razones por las que se está en un trabajo, los deseos, los sueños, las circunstancias y las competencias que llevaron a cada individuo a ocupar su lugar en el mundo.
Y es que esas decisiones relacionadas con lo que se quiere hacer en la vida y cómo con ello se aporta a la sociedad, no vienen predestinadas, sino que se van formando a través de diversos criterios.
Johnny Orejuela, coordinador de la maestría en Psicología del trabajo y las organizaciones de Eafit, explicó que muchas veces las decisiones sobre la profesión u oficio que las personas van a desempeñar a lo largo de su vida dependen de la familia, hay profesiones como el derecho, la medicina, la política y la educación que se heredan de padres a hijos, pero también las vocaciones surgen relacionadas con los deseos que, si van de la mano con las competencias y capacidades, podrían ser garantía de éxito.
“Lo primero es saber que se trata de un camino, no es algo que termina, sino que a lo largo de la vida se va construyendo con aprendizajes y retos”, anotó Javier Darío Fernández, director ejecutivo de Ruta N.
E incluso dijo que esas vocaciones e identidades pueden cambiar con el paso del tiempo y de las experiencias, “esos momentos en los que conocemos nuevas fronteras de nuestra mente y cuerpo, lo que nos permite ir entendiendo qué es lo que queremos hacer. A qué nos queremos dedicar y, sobretodo, cuáles son nuestras apuestas de futuro”.
Dos caminos para servir
La inmensa mayoría de las personas terminan trabajando para otros. Orejuela explicó que la dependencia laboral es el objetivo de muchas personas, que se adaptan mejor a la estabilidad, quieren hacer carrera en una empresa, tener un horario y un salario fijo. Y eso está bien.
Como también lo está quien quiere autodeterminarse, ser innovador y liderar a otros, desde el emprendimiento. Orejuela dijo que “en ambos caminos hay éxitos y frustraciones, y que desde ambos hay grandes aportes a la sociedad”.
La subordinación y la independencia tienen sus altibajos, pero es un hecho que este país necesita empresas que crezcan gracias a su fuerza laboral y empresarios que le apuesten a construir sociedad.
De hecho, Fernández insistió en que “el mercado laboral de hoy demanda que una persona pueda comprender todos esos terrenos y transitar entre ellos, esto reafirma nuestra capacidad de tomar decisiones”.
Y anotó que, el emprendimiento y un contrato laboral pueden suceder al tiempo, por lo que se trata de una construcción a lo largo de las experiencias que vamos teniendo
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