En las pistas, Carlos Mario Oquendo no solo entrega alegrías con su habilidad y destreza en la bicicleta, también lo hace fuera de ella gracias a su espíritu bondadoso.
Este bicicrosista, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, se puso la tarea esta semana, al lado de otros deportistas, entre ellos su colega Andrés Arenas, de llevar un momento de regocijo a cerca de 100 niños del municipio de San Rafael, por medio de charlas motivacionales y regalos.
“Ah, que bacano disfrazarme no de Santa Claus sino de Santa Cross” (en alusión al bicicross), expresaba, con una energía contagiosa, el benévolo piloto, quien de una u otra manera cumplió con su deseo con los infantes del municipio del Oriente antioqueño, distante dos horas y 30 minutos de Medellín.
“Es que estos niños practican bicicrós, pero en su población no hay pista -entrenan en una placa deportiva-, entonces tenía que saber cómo hacen. Para mí esto es voluntad para lograr lo que se desea. La disposición de ellos me sorprende. Entonces quería motivarlos por medio de un taller de BMX, hacer una novena navideña, y también entregarles regalitos, darles un día de felicidad”.
Así, Oquendo empezó a vivir su Navidad, una de las fechas más importantes del cristianismo, del año en que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén.
Después de esa bella labor, Oquendo se apresta para disfrutar de esta fiesta al lado de sus seres queridos.
Y así como él, muchos más protagonistas de la actividad atlética en Antioquia, luego de un año cargado de esfuerzo, lucha y sacrificio, hablaron con EL COLOMBIANO para compartir cómo viven esta jornada, en la que no puede faltar el mejor traje, la natilla, los buñuelos, los obsequios -sinónimo de integración-, disfrute y paz, y los deseos para emprender bien el camino que llega.
Respondieron a la pregunta “Si fueran el Niño Dios -o Papá Noel-: 1. Qué regalo le darían al país; 2. A su deporte; 3. A sí mismos .
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