Santiago Giraldo está saboreando el momento. Con gafas oscuras, sin camisa, relajado y sonriente, disfrutó de los tres días de entrenamiento que tuvo bajo el sol veraniego neoyorquino para preparar su debut en el cuadro principal del US Open, hoy, ante el kasajo Alexander Búblik.
En medio de su preparación, Giraldo habló con EL COLOMBIANO sobre lo que significa volver a la élite y también acerca del momento cumbre que se aproxima para el tenis federativo colombiano, las finales de Copa Davis en Madrid, en noviembre próximo.
Un viejo conocido
En 2015 Santiago y Felipe Berón, el formador de Colsanitas de la generación dorada, dividieron caminos. Ahora, en ese plan de renovación que asumió el jugador, retomó su cercanía con Berón y esto repercutió inmediatamente tanto física como mentalmente.
“Con Felipe nos conocemos hace mucho tiempo; estamos otra vez recuperando nivel, mi físico. Creo que de a poco, a mi ritmo, estamos consiguiendo lo que quiero”, sostuvo el pereirano, quien no ocultó su alegría por volver a estar en el Abierto estadounidense rodeado de la crema y nata del tenis mundial.
“Los torneos del Grand Slam hacen la diferencia. El US Open es el último del año, la gente está muy rodada (con ritmo acumulado de competencia) y, por lo tanto, en muy buen nivel”, evaluó y se mostró confiado de las posibilidades que tiene en el torneo.
“Tenemos muchísima ilusión de estar de la mejor manera posible. Aunque prefiero el Roland Garros, este es especial, obviamente, por ser un grandísimo escenario para jugar al tenis”.
Reivindica el legado
Hace una semana falleció Roberto Cocheteux, el hombre que desde la presidencia de Colsanitas hizo posible que el tenis nacional llegara a donde jamás había ascendido.
Santiago, uno de los que el proyecto de Colsanitas arropó desde niño, aprovechó su renovado idilio con la raqueta para enaltecer el legado de él y sus compañeros que, en cierto punto, no ha sido valorado en toda su dimensión en el país.
“Tenemos que sentirmos orgullosos de nuestro tenis. Ha sido un trabajo de 20 años. Colombia no existía realmente en el tenis, no había cultura, no había nada. Y con Fabiola Zuluaga, Catalina Castaño, Alejandro Falla y nuestro grupo (Sebastián Cabal, Robert Farah y él) se han alcanzado los mejores resultados en la historia”, realzó.
El risaraldense fue enfático en un concepto que puede ser debatible para muchos pero que él defiende: “El tenis colombiano está en un nivel altísimo. Somos referente latinoamericano y nos respetan muchísimo. Creo que es de admirar todo el trabajo que se ha hecho”.
Madrid los espera
Cada viaje, cada movimiento de Santiago este año lo hizo con la mente puesta en Madrid, donde el equipo colombiano disputará en noviembre las finales de la Copa Davis, un logro al cual, desde algún sector de la prensa y opinión pública, se le intentó restar mérito, pues fue posible, en parte, por el cambio de formato del torneo que entregó más cupos.
Sin embargo, para llegar al certamen que tendrá a las 18 mejores selecciones del mundo y que ayer confirmó la presencia con Serbia del número uno del mundo, Novak Djokovic, Colombia ganó de forma inobjetable su serie ante Suecia hace seis meses.
“El formato nos favoreció, pero luego nosotros ganamos nuestro play off. Escogimos bien el momento para estar por primera vez en el Grupo Mundial, porque será una competición única y exitosa, con los mejores equipos, grandes jugadores, luchando durante una semana todos contra todos. Yo me siento orgulloso de hacer parte de este grupo y, digamos, ejercer un liderazgo”, atestiguó.
Esa familia, como llama emotivamente Giraldo al grupo que formó durante dos décadas junto a Sebastián Cabal y Robert Farah, buscará del 18 al 24 de noviembre, en la Caja Mágica de Madrid, llevar el tenis colombiano a otro nivel. En primera ronda enfrentará a Bélgica y Australia.
Ellos, los veteranos que han librado tantas batallas en el tenis internacional, estarán acompañados por Daniel Galán, de 23 años, la mejor raqueta individual del país (207) y en quien radican las posibilidades de que Colombia siga vigente en el circuito.
“El equipo Colsanitas es una familia. Cuando llega alguien nuevo, como Dani, lo acogemos como a un hermanito. Con él tenemos un vínculo de amistad, coincidimos durante mucho tiempo en la temporada y trato de darle consejos, asesoría, pero obviamente cada uno tiene que hacer su camino”, reflexionó.
Después de su paso por el US Open, el cual espera que se prolongue más allá de hoy, Giraldo acondicionará lo que resta de la temporada para “seguir encontrando las sensaciones para el reto de la Davis”.
Criticado muchas veces, y otras plagado de dudas originadas por él mismo, sigue creyendo que tiene aún mucho para darle al tenis patrio, al cual le ha hecho un aporte único desde los 15 años de edad, cuando se convirtió en el colombiano más joven en ingresar al ranquin ATP, del cual se resiste a marcharse sin dar otras luchas.
35
participaciones en torneos de Grand Slam tiene Santiago Giraldo, 5 en el US Open.