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La baja estatura (1.26 metros) del antioqueño Mateo Castaño Ruiz contrasta con su enorme espíritu de superación.
A sus 14 años de edad el bicicrosista ha sido campeón departamental en su categoría, en la que también se quedó con el título del Campeonato Internacional de las Luces.
A esta edad un niño puede medir en promedio 1.55 metros o más, estatura que tienen la mayoría de sus rivales, a los cuales ha superado en las competencias, en las que deja claro que el enanismo (displasia metafisaria) que padece, no es impedimento para nada.
“Al BMX llegué cuando tenías seis años, mi papá me llevaba a hacer trocha con una bicicleta con rueditas y empezaron a ver que esto me gustaba mucho y entonces me metieron al bicicrós, en el que empecé con una bicicleta muy chiquita”, contó el deportista.
Evita los privilegios
Su mamá, Maryori Ruiz, lo describe como un deportista disciplinado, con mucha autoestima y resiliencia, al que nunca le ha sido impedimento su estatura para competir.
Aunque muchos sugieren que él se proyecta como el primer bicicrosista colombiano campeón paralímpico, por lo pronto quiere seguir en acción con pilotos de su misma edad y sin ningún tipo de privilegios, pues siente que tiene las condiciones para hacerlo.
“Así yo sea pequeño le he ganado a gente que es casi dos cabezas más grandes que yo, eso me motiva a ser mejor y a seguirles ganando a otros. Por ahora no me veo en el deporte paralímpico, de pronto cuando sea mayor”, relató el joven de cabello candelo.
Para Mateo, el bicicrós le ha dejado “muchos triunfos y enseñanzas” que espera seguir cosechando con el pasar de los años: “En unos años me veo compitiendo internacionalmente, espero poder dejar en alto el nombre del país y el departamento. Hay que seguir metiéndole con toda y subir mi nivel, porque cada año que pase va a ser mayor la exigencia, entonces hay que estar preparados para estar a la altura de los retos que se vengan”.
Aprovecha todo a su favor
En el 2022, Castaño aspirar participar en todas las válidas departamentales y al final del año repetir título en el Torneo Internacional de las Luces.
A él, su talla no le quita sus grandes sueños y, por el contrario, cree que esto puede jugar a su favor en aspectos puntuales. “Siento que al ser más pequeño soy un poco más hábil y mi fuerte es meterme en los peraltes”, dijo con gran convicción