A pesar de no cumplir el sueño de convertirse en la primera triple medallista olímpica de Colombia, tras la derrota en los Juegos Olímpicos Río-2016, la luchadora Jackeline Rentería analiza su año deportivo, calificándolo de competitivo y de grandes enseñanzas.
El cierre llegó de la mano de la recuperación plena, la preparación general y la estructuración del plan para el ciclo olímpico que comienza en el 2017 y que terminará en Tokio-2020, juegos en los que sueña con obtener esa tercera medalla y así sellar una trayectoria impecable, que la ha ubicado como una de las mejores deportistas de Colombia y Latinoamérica.
El 2016 no fue el año que esperaba la doble medallista olímpica colombiana. Surgieron varias dificultades que le impidieron cumplir con todos los objetivos que se había trazado, pero las experiencias vividas fueron bastante amplias, la lucha contra los tiempos fue intensa y las complicaciones presentadas, diversas.
Jackeline siempre saca las enseñanzas de todo para seguir adelante, porque como lo dice “el tiempo de Dios es perfecto. Nunca dejamos de soñar, ni mi familia, ni mi entrenador, ni mi equipo de trabajo ni yo. Eso fue lo que nos permitió salir adelante, alcanzar la alta competencia en Río de Janeiro y obtener un diploma olímpico que tiene mucho significado”.
Este año, la deportista también alcanzó el título en el Campeonato Panamericano, que es un importante resultado, el cual le permite mantener sus metas claras y la ilusión por más logros, gracias a que cierra la temporada con una buena recuperación, que le da tranquilidad para el arranque del 2017.
“Si Dios permite que hoy te caigas es porque te va a llevar a un escalón mucho más grande que el anterior en el que estabas. Eso es lo que me ha pasado en la vida, en casi todos los actos que he realizado; por eso tengo la mente puesta en mis sueños y en mi retos tanto deportivos como personales, que cada día me convierten en una mejor persona y en una mejor deportista”.
“La medalla de oro olímpica siempre ha sido mi sueño, desde que comencé en el deporte. Ha sido bastante esquiva, pero no me doy por vencida. No me rindo, porque este es un deporte de luchadoras, en el que cada día nos levantamos a bregar y seguiremos luchando en el futuro”.
La participación en el Campeonato Mundial de la especialidad, el Panamericano y los Juegos Bolivarianos hacen parte de la agenda de prioridades de Jackeline en el 2017, así como retomar los estudios universitarios que le van a permitir complementar su futuro en el deporte.
