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Casi todas las competencias de Tokio-2020 tuvieron en común un aspecto impensable en otros Juegos: el silencio en la grada, privada de espectadores por la pandemia del covid-19.
Japón despertará este lunes tras haber pasado la página de los considerados ‘Juegos de la pandemia’, un evento impopular entre la población local por los sondeos y para el que se impidió la entrada de visitantes extranjeros con la excepción de 68.000 personas entre competidores, personal de sus equipos y delegaciones, árbitros, directivos o periodistas.
Los protocolos y las restricciones han hecho que las cifras de contagios hayan sido muy reducidas, con apenas un 0,02% de casos positivos cada día en la llamada ‘burbuja olímpica’. En la Villa Olímpica, donde los deportistas convivieron, no hubo un gran foco de contagio, evitando el que era uno de los mayores temores.
Junto al coronavirus, otra cuestión de salud, en ese caso mental, centró el debate durante la quincena olímpica, con la gimnasta Simone Biles admitiendo sus problemas de pérdida de confianza ante el estrés y la presión, lo que le hacía perder las referencias en el aire.
El nadador estadounidense Caeleb Dressel, ganador de cinco medallas de oro, o la atleta jamaicana Elaine Thompson, que dominó con puño de hierro las pruebas de velocidad, fueron dos de los grandes protagonistas de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Y es que las gestas deportivas no faltaron durante las últimas dos semanas.
Entre lo destacado: Yulimar Rojas rompiendo el récord mundial de salto triple para convertirse en la primera mujer venezolana que se consagra campeona olímpica. Allyson Felix estableciendo un récord estadounidense con 11 medallas en el atletismo para despedirse del entramado olímpico. La notable cosecha de medallas del anfitrión, casi duplicando su mejor actuación previa.
La aparición del surf, el skate y la escalada como deportes populares y viables en el programa, incluso cuando un tifón hizo más bravas las olas para los surfeadores durante la primera semana.
Solo la evolución de la pandemia permitirá saber si los próximos Juegos Olímpicos de verano, en 2024, podrán disputarse con el modelo de fiesta popular tradicional. Tokio-2020 ya es historia. París-2024 se prepara para su conteo regresivo