Ahora la gente sabe quién es Carlos Ramírez. La calidad siempre estuvo, pero el bronce en Olímpicos lo catapultó y su agenda se llenó de compromisos que asegura disfrutar al máximo.
Ayer, el bicicrosista visitó las instalaciones de EL COLOMBIANO y dejó sus impresiones sobre varios temas.
¿Ya cayó en cuenta de lo que logró?
“Ha sido una locura, uno ya dimensiona la magnitud del evento en el que estuvimos y del apoyo de los colombianos. Todo esto es un sueño hecho realidad”.
¿Ha tenido descanso en estos días?
“Han estado agitados, he descansado lo más que he podido, pero no puedo decir que sea lo necesario, pero contento de poder compartir con la gente”.
¿Duerme mucho?
“Yo soy un man activo. Dependiendo del día, me levanto entre las 8:00 y 9:00, pero he estado trasnochando mucho, no de rumba, sino por estar con mis amigos a pasar el rato”.
¿Y qué le gusta comer?
“Yo como de todo, en cuanto a dieta soy muy tranquilo, me gustan el sushi y la pizza”.
Usted pasó a ser reconocido en el país...
“Es un cambio drástico, porque creo que siempre he sido bueno en mi deporte, pero no era conocido; el hoy es un cambio de vida, en el que me acogen bien y eso me pone contento”.
Mucha gente dice que si usted no hubiera tenido problemas en la salida, hubiera ganado la de oro...
“Había problemas con el partidor, no me sentí a gusto y no me acomodé a él. Pero bueno, tocó meterle y rematar de la mejor manera. Se pudieron dar las cosas”.
¿Por qué usó La Bicicleta, de Carlos Vives y Shakira, como música de fondo en una prueba en Río?
“La usé para la vuelta de contrarreloj. Me gusta mucho la canción, desde que salió, y además representa mucho para Colombia. Yo escucho de todo y esa es la del momento”.
¿Ser joven es una ventaja o una desventaja?
“Una ventaja, porque tengo más tiempo para trabajar”.
¿Cuál es el techo de Carlos Ramírez?
“Yo considero que no hay techo, uno tiene que luchar por lo que quiere y soñar siempre en grande”.
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