Independiente Medellín corría el riesgo de quedar emparejado en el sorteo de la fase 2 de la Libertadores con campeones del certamen como Internacional de Portoalegre y Corinthians, o eternos candidatos como Cerro Porteño, elenco paraguayo que generalmente “rompe el marranito” para armar equipos competitivos con miras al torneo internacional.
En lugar de eso, el Poderoso enfrentará en su primera salida en el torneo al Táchira de Venezuela, subcampeón de la liga de dicho país y habitual invitado por parte de Medellín, Nacional y hasta Envigado, en los días de pretemporada para ir soltando piernas.
El juego de ida de la llave será en el Atanasio Girardot, en febrero.
De superar esta instancia, en el camino del Poderoso estarían un equipo boliviano o Atlético Tucumán, equipo argentino de paso reciente por Medellín, cuando, en octavos de final de Copa en 2018, eliminó a Nacional, dirigido entonces por Jorge Almirón.
Y si escala exitosamente hasta la fase de grupos, le tocaría competir en el Grupo H, conformado por Boca Juniors, Libertad y Caracas.
Único antecedente
Medellín solamente ha enfrentado en una ocasión a equipos venezolanos y fue en la Copa Conmebol 1995, ante Mineros de Guyana, cayendo por penales en la primera ronda del certamen.
Repetir ese antecedente dejaría al club con un panorama mucho más complejo, sobre todo por la presión de una hinchada que de por sí está desconfiada.
Fredy Holguín, de Asobdim, considera que tras conocer los rivales y el posible camino hasta fase de grupos, el conjunto debe hacer un esfuerzo más.
“La dificultad económica para contratar es comprensible hasta cierto punto, pero el equipo no puede perder una oportunidad tan grande para sacarle provecho a una situación que no se repite todos los días. Si avanzamos nos encontraríamos a Boca, y los hinchas de vieja guardia sabemos lo que significó enfrentarlos hace 16 años”, dice, en referencia al doble choque en la fase de grupos de la Libertadores 2003 en uno de los partidos con mayor asistencia en la historia del Atanasio Girardot (por encima de los 52.000 espectadores).
A partir de hoy quedan dos semanas exactas antes del regreso del equipo profesional para arrancar pretemporada. Con la premura del poco tiempo y aún con varias posiciones por resolver (lateral derecho y arquero, por citar dos de estas), la directiva roja optimiza tiempo y recursos para tener lo que hoy parece difícil: que el equipo esté completo para el 2 de enero cuando comiencen labores.
El escepticismo que ronda la novena participación del DIM en Copa Libertadores, aún puede disiparse y cambiar por mejores augurios.
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