Los apenas 18.578 aficionados que asistieron en la noche del domingo a ver la semifinal entre DIM y Tolima, fue el último capítulo de la historia de desencuentros que firmó la hinchada roja con el equipo y el cuerpo técnico durante este semestre.
Las individualidades fueron las grandes responsables de poner al cuadro rojo ad portas de su novena final en torneos cortos, lo cual lo habría convertido en el segundo equipo con más finales en torneos cortos, solo superado por Nacional (13).
El DIM acabó con un rendimiento del 60,9%, producto de los 42 puntos de 69 posibles en Liga. Por ahora, es segundo en la reclasificación.
La artillería escarlata anotó 36 goles, 11 y 10 más que verdes y pijaos, que disputarán el título del campeonato.
En defensa, el panorama es totalmente contrario, con 26 goles en contra es el equipo más vulnerado de la Liga.
Las estadísticas rojas bien pueden ilustrar lo que dijo el legendario técnico italiano Arrigo Sachi en su biografía, sobre sus peores temores como entrenador.
El italiano, que hizo historia con el Milan en los 90, argumentaba que tener un equipo con rendimientos dispares en defensa y ataque era señal inequívoca de problemas profundos. Desde falta de conexión con sus dirigidos hasta falta de solidaridad entre ellos.
Quién sabe si sea este el caso de Rescalvo con sus jugadores. Lo cierto es que la eliminación en Liga se suma a su prematura salida en primera ronda de la Copa Sudamericana a manos de Sol de América de Paraguay.
Pero no solo el cuerpo técnico queda en deuda; las directivas también, luego de vender a un jugador vital en plena campaña, pues tal como pasó con Yairo Moreno este semestre, antes había ocurrido lo mismo con Christian Marrugo y Daniel Torres.
En su regreso, el próximo semestre, DIM tendrá que estar capacitado para hacer un torneo notable, que lo ayude a recuperar el vínculo con la afición que terminó desgastado en este primer torneo
