Medellín venció 3-1 al Junior en la vuelta de la final de la Liga, pero no fue suficiente para evitar la consagración de los barranquilleros que acabaron así con ocho años de sequía y alzó su segundo título en el Atanasio Girardot.
A pesar del marco intimidante que encontró el Junior cuando saltó al campo del Atanasio Girardot, los primeros 15 minutos fueron para los barranquilleros que manejaron la pelota sin que el DIM lograra efectuar una buena recuperación.
Pero ese dominio del Junior cedió justo a los 15 minutos cuando el cuadro rojo tuvo dos opciones claras de gol, primero con Juan Fernando Caicedo y luego con un remate de Germán Cano que repelió brillantemente el arquero Sebastián Viera.
Sin embargo, esas dos opciones claras de gol, que la afición pensó que serían el anticipo del aluvión ofensivo, acabaron siendo jugadas aisladas producto del acierto del elenco visitante para manejar el ritmo del compromiso.
Lea: ¿Cómo quedaron las finales que repitieron rivales en Colombia?
A la altura del minuto 38 el estadio quedó congelado luego de que Junior efectuara un contragolpe con todo el cuadro rojo jugado en ataque. Teófilo se descolgó y asistió a Luis Díaz para que definiera mano a mano con un David González monumental que achicó y evitó lo que pudo haber sido el final de la ilusión.
Cuando el telón del primer tiempo caía, Andrés Ricaurte asistió a Leonardo Castro remató de media distancia y con un disparo seco venció la humanidad de Viera para que el Atanasio mantuviera la fe durante los 15 minutos del entretiempo.
En el segundo tiempo, Junior empezó a acomodarse en el terreno de juego; salió Jarlan Barrera e ingresó Fabián Sambueza, polémico movimiento de Julio Comesaña que muchos asociaron con lo ocurrido en la final de Sudamericana ante Paranaense en la que se comió el penalti decisivo.
Pero a los 55 minutos, Leo Castro pescó un rebote en el área rival y puso a delirar a la hinchada roja con el 2-0 parcial. El pereirano se convirtió en el segundo jugador en marcar doblete en una final con el DIM tras Christian Marrugo en 2016, precisamente ante Junior.
Tras el segundo gol llegó la hora del espectáculo de los porteros: primero fue Viera que le sacó a los 60 minutos un disparo potente de Caicedo, volando al palo izquierdo. Tres minutos después el turno fue para David González que impidió el descuento juniorista con otra volada soberbia.
El elenco tiburón estaba al borde del nocaut pero a los 70 minutos Jhony González, que había acabado de ingresar, hizo un remate de aparente poco peligro pero que tocó a Hernán Pertuz y desubicó a González para silenciar el Atanasio Girardot.
Todo parecía desfallecer, pero al minuto 79 Germán Cano dijo presente para marcar un gol que retornó la ilusión y lo convirtió de paso en el máximo goleador en la historia de los torneos cortos en un solo semestre con 20 anotaciones.
No solo eso, el argentino igualó a Carlos Castro como el segundo goleador histórico de la institución poderosa con 88 goles.
Al final, la consagración fue para Junior. Al Medellín le queda el consuelo de una gran campaña y la clasificación a Copa Libertadores como el equipo con mayor regularidad del año por reclasificación.