Ronaldinho Gaucho y su hermano Roberto abandonaron el lujoso hotel en el que cumplían reclusión domiciliaria con dirección al aeropuerto de Asunción para emprender vuelo con destino a Río de Janeiro, tras casi medio año detenidos en Paraguay por uso de documentos falsificados.
Ambos hermanos subieron a un automóvil que les esperaba a la puerta del hotel Palmaroga, en el centro histórico de la capital, y donde les esperaba un nutrido grupos de seguidores y de representantes de los medios de comunicación.
De hecho, el automóvil tuvo problemas para salir del lugar ante la presencia de esos simpatizantes, que se aglomeraron sobre el vehículos para tomar fotografías del exastro del Barcelona.
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Los hermanos Ronaldo y Roberto de Assis Moreira salieron desde allí con rumbo a un hangar del aeropuerto internacional de Asunción donde tomarán el vuelo Chárter que les llevará a Brasil
El vuelo fue autorizado anoche por el Consejo de Defensa Nacional (Codena), el organismo oficial que gestiona la entrada y salida del país ante el cierre de fronteras y bloqueo aéreo por la pandemia de coronavirus.
La salida procesal obliga a Roberto, que fue condenado a dos años de cárcel, a presentarse durante ese periodo, y cada cuatro meses, ante las autoridades judiciales de su país.
Además, los dos hermanos deberán pagar unos 200.000 dólares concepto de “reparación social” para dar por extinguidos sus procesos, monto que será destinado a la compra de insumos y equipos médicos para el covid-19 y para una campaña de ayuda a una menor enferma.
La cantidad será extraída de los 1,6 millones de dólares que depositaron en el estatal Banco de Fomento como fianza para acceder a la reclusión domiciliaria en el hotel de Asunción a mediados de abril.
Una visita de seis meses
Los hermanos llegaron al aeropuerto de Asunción el 4 de marzo tras salir de Sao Paulo con documentación brasileña, aunque en la dependencia paraguaya de Migraciones exhibieron pasaportes y cédulas paraguayas con sus nombres y fotos, que luego se descubrió estaban manipuladas.
El exfutbolista había viajado a Asunción para prestar su imagen a un proyecto de asistencia médica gratuita a niños paraguayos organizado por una fundación presidida por la empresaria Dalia López.
La empresaria, que recogió a los dos hermanos en el aeropuerto capitalino, se encuentra prófuga y bajo orden de captura internacional.
Las imputaciones de Ronaldinho y su hermano derivaron en procesamientos a una veintena de personas, entre ellas gestores y funcionarios de Migraciones y de la Dirección de Identificaciones de la Policía Nacional supuestamente vinculados a un negocio ilícito de manipulación de documentos.
