El Real Madrid afronta este miércoles la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid, después del 2-1 a favor en la ida y ahora con el Riyadh Air Metropolitano como escenario, un feudo casi inexpugnable en la temporada 2024-2025 y que no trae buenos recuerdos al conjunto blanco.
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Solo una derrota en casa en lo que va de temporada –ante el Lille (1-3) francés en la primera fase de la Champions y en el peor momento del año para los colchoneros– es el dato al que se agarra el conjunto rojiblanco para la vuelta del derbi de octavos de la Champions. Y es que el ‘factor Metropolitano’ puede ser crucial en una eliminatoria que llega muy igualada tras el 2-1 a favor del Real Madrid de la ida.
La casa rojiblanca es un auténtico fortín para los suyos, casi inexpugnable este curso. En lo que va de 2024/25, el Atleti acumula 14 victorias, 4 empates y solo ese borrón en forma de derrota contra los galos en 19 partidos disputados en su estadio. Los de Simeone han marcado 38 goles a favor (2 de media por partido), mientras que han encajado solo 14 tantos (menos de 0,4 de promedio), manteniendo la portería a cero en nueve ocasiones.
Unos números que hablan de la fiabilidad y la consistencia del Atlético ante su público, convencidos de que es desde ahí donde debe construir la remontada ante su bestia negra en la Champions, con solo una victoria en 90 minutos y de la que nunca ha sido verdugo en la máxima competición continental de clubes.
Esto adquiere aún más importancia atendiendo a las últimas visitas del Real Madrid al Metropolitano, que no invitan al optimismo madridista. Desde que los rojiblancos se mudaron del Vicente Calderón a su nueva casa, el conjunto merengue ha visitado a su rival regional un total de nueve ocasiones. Y estos derbis en el hogar del Atlético siempre han sido sinónimo de igualdad, con hasta cinco empates a 90 minutos.
El Real Madrid logró su primera victoria en el Metropolitano en su segunda visita en febrero de 2019, en LaLiga, con un marcador claro de 1-3, en uno de los derbis más abiertos que ha acogido la casa del Atleti. Su segundo y último triunfo en el estadio de su rival en la capital no llegó hasta septiembre de 2022, más de tres años después, por 1-2.
En total, en nueve visitas, los blancos solo han ganado en dos ocasiones, mientras que suman cuatro empates y tres derrotas. De estas, dos muy dolorosas para los blancos, con la más reciente, en enero del año pasado, cuando fueron eliminados por el Atleti en octavos de final de la Copa del Rey, perdiendo por 4-2 tras ir a la prórroga con un 2-2 en el marcador.
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Esta derrota dejó tocados a los de Ancelotti, que no pudieron revalidar el título copero, aunque terminarían el año levantando LaLiga y la Champions. Aunque más contundente y correctivo fue el 3-1 que endosaron los de Simeone al Real Madrid en septiembre de 2023, la única mancha de los blancos en Liga el curso pasado.
De hecho, el año anterior, solo el Atlético de Madrid y el Metropolitano pudieron frenar a un casi perfecto Real Madrid, que sabe que es vital para seguir con vida en su competición fetiche neutralizar ese vínculo negativo que le une con el feudo rojiblanco.
Además, todavía están por explotar en un derbi los ‘cracks’ madridistas como Kylian Mbappé, que no jugó en Liga en el feudo rojiblanco, Jude Bellingham, todavía sin marcar en un derbi, o Vinícius Júnior, incapaz de mostrar su nivel más alto ante los del ‘Cholo’.
Antecedentes advierten al Real Madrid
Asimismo, esta situación de llegar a la vuelta con un gol de ventaja tras ganar la ida de una eliminatoria en la era Champions solo se ha dado en cinco ocasiones previas en la historia del Real Madrid, y solo salió victorioso en una de ellas, hace más de 10 años.
Fue en las semifinales de la 2013-2014, cuando el Santiago Bernabéu acogió la ida del cruce con el temido Bayern de Múnich. Y los blancos aguantaron las embestidas germanas y aprovecharon una buena jugada de Fabio Coentrao asistiendo a Karim Benzema para ir con ventaja a Múnich, donde nunca habían ganado.
Pero en esa ocasión, en una vuelta que llegó algo caliente por el ruido mediático, el Real Madrid tomó el Allianz Arena y le endosó al Bayern de Pep Guardiola un 0-4 en una temporada en la que terminaría levantando la décima Copa de Europa de su historia.
En las cuatro ocasiones anteriores, ganar la ida en casa por un gol de margen fue sinónimo de eliminación en la Copa de Europa. Y el equipo que más castigó al equipo blanco en esta situación fue la Juventus. El conjunto de Turín remontó, primero, en los cuartos de final en 1996 un gol de un joven Raúl González en la ida, ganando en Delle Alpi por 2-0 con tantos de Alessandro Del Piero y Michele Padovano.
En las semifinales de 2003, de nuevo la ‘Juve’ se cruzó en su camino, entonces en las semifinales. Los merengues ganaron 2-1 en el Bernabéu, pero cayeron 3-1 en la capital del Piamonte, con un equipo liderado por los goleadores ese día Pavel Nedved, Del Piero y David Trezeguet, y en una noche donde Luis Figo falló un penalti clave con 2-0.
Dos años después, en octavos, un gol del ariete francés igualó el 1-0 de la ida obra de Iván Helguera, pero los tantos en la prórroga de Marcelo Zalayeta y Alessio Tacchinardi sentenciaron a los entrenados entonces por Vanderlei Luxemburgo.
En 2007, también en octavos, fue el Bayern el que hizo bueno el 3-2 en el Bernabéu y se aprovechó del valor doble de los goles como visitante ganando en casa en la vuelta por 2-1, con el todavía gol más rápido de la competición, de Roy Makaay a los 10,12 segundos.
