El fútbol uruguayo se viste de luto tras la trágica noticia del fallecimiento de Juan Manuel Izquierdo, defensor central del Nacional uruguayo. Después de cinco días de intensa lucha en el Hospital Israelita Albert Einstein de San Pablo, Izquierdo no pudo superar las complicaciones derivadas de una arritmia sufrida durante el partido de octavos de final de la Copa Libertadores ante São Paulo. Este martes, el corazón del jugador dejó de latir, dejando un vacío inmenso en el mundo del deporte y entre quienes lo conocieron.
El fatídico suceso ocurrió durante el encuentro en el que Nacional enfrentaba a São Paulo en el Morumbi. Juan Izquierdo había ingresado en el complemento del partido, cuando a pocos minutos del final, se desplomó sobre el césped, mostrando signos evidentes de mareo. La escena fue angustiante; el jugador cayó repentinamente, desatando la alarma entre sus compañeros y el cuerpo técnico. Rápidamente, una ambulancia ingresó al campo para atenderlo y fue trasladado de urgencia al Hospital Israelita Albert Einstein.
En el camino al hospital, Juan sufrió un paro cardiorrespiratorio que agravó su condición. A pesar de los esfuerzos médicos, la situación se complicó en las últimas horas debido a un edema cerebral y una presión intracraneal persistente que no cedía. Juan Izquierdo, padre de dos hijos, uno de ellos recién nacido, continuaba sedado con ventilación mecánica y su estado neurológico era crítico. Finalmente, el corazón del zaguero no resistió más, y este martes, el fútbol uruguayo perdió a uno de sus valientes defensores.
El club Nacional, a través de sus redes sociales, emitió un comunicado oficial expresando el dolor y la tristeza que embarga a toda la institución por la partida de Juan Izquierdo: “Con el más profundo dolor e impacto en nuestros corazones, el Nacional comunica el fallecimiento de nuestro querido jugador Juan Izquierdo. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos, colegas y allegados. Todo Nacional está de luto por su pérdida irreparable. QEPD. Juan, estarás para siempre con nosotros”.
Este mensaje, cargado de emotividad, refleja el impacto que la noticia tuvo no solo en el club, sino en todo el fútbol uruguayo y sudamericano. Izquierdo era un jugador respetado, querido por sus compañeros y admirado por su tenacidad y dedicación en el campo.
Durante los días en que Izquierdo estuvo internado, su familia no estuvo sola. La delegación de dirigentes de Nacional, que permaneció en Brasil para acompañar al jugador, estuvo a su lado cada noche, brindando apoyo en los momentos más difíciles. Además, figuras del São Paulo como Jonathan Calleri y el uruguayo Míchel Araújo también se acercaron regularmente al hospital para mostrar su solidaridad, demostrando que la rivalidad en el campo queda de lado cuando la vida de un colega está en juego.
A pesar del dolor y la incertidumbre, el plantel de Nacional volvió este martes a los entrenamientos en Los Céspedes, aunque sin la obligación de presentarse. Sin embargo, el golpe emocional fue evidente. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) decidió suspender todas las competencias locales durante el último fin de semana y el próximo, en señal de respeto y duelo por la pérdida de Izquierdo.
Juan Manuel Izquierdo, de 29 años, estaba viviendo su segundo ciclo con la camiseta de Nacional, un club que había llegado a considerar su casa. Sin embargo, su carrera en el fútbol uruguayo había sido extensa y llena de desafíos. Izquierdo debutó en el Club Atlético Cerro, donde comenzó a forjarse como defensor central. Su talento lo llevó a vestir la camiseta de Peñarol, uno de los equipos más grandes del país, y también a representar a Montevideo Wanderers y Liverpool, donde dejó huella con su entrega en el campo.
Su carrera tuvo un capítulo internacional cuando se trasladó a México para unirse al Atlético San Luis, donde continuó demostrando su calidad como zaguero. Sin embargo, fue en Nacional donde encontró su lugar, regresando al club con la misma pasión que lo caracterizaba y ganándose el cariño de la hinchada.
La partida de Juan Manuel Izquierdo deja un vacío inmenso, no solo en su familia y en el club Nacional, sino en todo el fútbol uruguayo. Su legado es el de un guerrero, un defensor que lo dio todo en el campo y que luchó hasta el último momento de su vida. La comunidad futbolística se une en el dolor, recordando a Izquierdo no solo como un gran jugador, sino como un ser humano excepcional, cuyo espíritu luchador será recordado por siempre.
Que en paz descanse, Juan Manuel Izquierdo.