viernes
7 y 9
7 y 9
Más allá de la goleada que Ecuador le propinó a Colombia (6-1) en la última fecha de la Eliminatoria de 2020, el juego que disputaron en el estadio Casa Blanca de Quito, expuso una realidad inmediata a la que los elencos nacionales le están apuntando: la renovación.
La Selección del vecino país viene realizando un relevo en su plantilla desde el primer juego del torneo suramericano ante Argentina gracias a la asesoría que el entrenador Gustavo Alfaro tiene de su par Jorge Célico, quien viene manejando los elencos juveniles de la “Tri” y con las que ya logró dos importantes resultados: el título del Sudamericano sub-20 de Chile y un honroso tercer lugar en el Mundial de la categoría que se jugó en Polonia, ambos conseguidos el año pasado.
Gonzalo Plata, Diego Palacios y Leonardo Campana son solo tres nombres de esa camada juvenil que ya son figuras en la absoluta ecuatoriana, pero también aparecen otros como Moisés Caicedo, Angelo Preciado y Alan Franco, quienes son procedentes de Independiente del Valle, club con una de las canteras más exitosas de ese país.
“Independiente copió la fórmula de El Nacional de Ecuador, otrora gran equipo, de reclutar jugadores jóvenes, a temprana edad y darles buena escuela, entrenamiento y alimentación”, comenta el entrenador ecuatoriano Octavio Zambrano.
Pero además, explica que a este proceso el club, vigente campeón de la Copa Sudamericana, “le añadió una infraestructura tipo europeo; canchas de primer nivel, buenos entrenadores y competencia internacional (Copa Mitad del Mundo). Estos factores se conjugaron para formar la base de los jugadores jóvenes relevantes del presente del fútbol ecuatoriano”.
Además de la formación deportiva, el antioqueño Santiago Escobar, entrenador de la Universidad Católica de ese país señaló recientemente a este diario, que esta nueva generación de futbolistas tiene “determinación y confianza en lo que están haciendo”, de esto se deduce que el trabajo mental también hace parte importante en el desarrollo de la cantera ecuatoriana.
El camino que está tomando esta selección de priorizar el talento local –situación que la pandemia forzó por la dificultad de los traslados de jugadores desde Europa y por las bajas por contagio del covid– y cohesionar los procesos de sus elencos juveniles, es al que todas las selecciones suramericanas, incluida Colombia, deben apostarle.