Durante algún tiempo, y cuando aún era un niño, Fray Banquet Castro estuvo dedicado al fútbol. Jugaba de arquero, pero reconoce que no era bueno y que no le gustaba mucho esa posición; solo lo hacía para poder estar con sus amigos del pueblo.
En Necoclí, su pueblo natal, Fray pasaba el tiempo en la calle, compartiendo con sus vecinos y amigos de la misma edad. No se dedicaba de lleno a un deporte, solo compartía en los juegos que hacía con sus amigos, hasta que, hace cinco años, un entrenador de voleibol que vivía cerca de su casa lo invitó a practicar.
Fray, quien mide 1.85 metros de estatura, quedó intrigado con la invitación y un día se animó a ver un entrenamiento. Desde que llegó, sintió atracción por el deporte; le gustaba la dinámica que tenía. Saltar y recepcionar el balón fue algo que disfrutó, así que siguió asistiendo a prácticas.
Su vida transcurría entre el estudio, el entrenamiento y su casa, hasta que su mamá, Cenaida Castro, tuvo que viajar a Medellín para buscar mejores oportunidades. Inicialmente, Fray se quedó en Necoclí con su abuela, pero al cabo de un año también dejó su pueblo y se vino a vivir a Medellín con su mamá.
Ya radicado en esta capital, un amigo del pueblo que ya entrenaba voleibol con el Inder Medellín le ayudó a empezar. Fue el técnico Ángel Salazar quien le dio la oportunidad de seguir formándose.
En medio de su camino a la cancha de voleibol (de piso), Fray siempre pasaba por la cancha de voleibol playa, y una vez el técnico Manuel Murillo lo invitó a entrenar en la arena para que se familiarizara con el escenario, aunque no tenía cupo para integrarlo de lleno al grupo.
Fray aceptó y empezó a experimentar el voleibol en la arena, mientras continuaba con el voleibol de piso. Con este último, participaba en los Juegos Departamentales representando a Necoclí, logrando el subcampeonato en dos ocasiones.
Luego de cumplir dos años radicado en Medellín, fue captado para ser parte del grupo de desarrollo deportivo del Inder Medellín y así empezó a representar a la capital paisa en los Departamentales, logrando el título.
De ahí en adelante, Fray comenzó a cosechar triunfos y logros. Por ello, fue llamado a integrar la Selección Colombia juvenil con la que estuvo en una Parada Sudamericana en Cochabamba (Bolivia), donde consiguió el cupo para los Juegos Panamericanos Junior en Asunción (Paraguay).
Con Antioquia, su pareja de equipo es Mateo Velásquez, con quien disputa las paradas nacionales; mientras que, cuando compite por el club, lo hace con Juan Felipe Rojas. En la selección Colombia integra equipo con el bogotano Martín Gaviria.
Actualmente, Fray está dedicado por completo al voleibol, tras terminar el colegio, pero espera el próximo año iniciar sus estudios universitarios como Profesional en Deporte.
Siempre que puede, regresa a Necoclí para visitar a su abuela y tíos. Además, en diciembre estará en Turbo participando en el Arena Fest que realiza el voleibolista Andrés Murray, otro referente de este deporte en la región.
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Banquet sostiene que quiere seguir representando a Colombia en el mundo, que sueña con estar en los Juegos Olímpicos y con ser campeón nacional.
A sus 21 años de edad, ve a Murray como un referente; es un deportista que admira y a futuro quiere ser como él, ser ejemplo para otros jóvenes y motivar a los niños de su pueblo para que se dediquen a un deporte y puedan cumplir sus sueños, así como él los está logrando.