Emiliana Arango está feliz. A veces siente que todo es un sueño, y cuando está a solas, por su mente pasan, uno a uno, los mejores momentos de estas dos semanas en México. Allí, además de alcanzar once victorias, un título y un subtítulo, logró lo que siempre ha soñado desde niña: estar en el top 100 de la WTA.
“Todo ha sido muy rápido esta semana, por eso aún estoy organizando con mi equipo lo que sigue. Ahora, con la opción de poder estar en los Grand Slam, tenemos que planificar todo de nuevo”, comentó Emiliana, quien, en rueda de prensa, se mostró muy agradecida por el cariño de los aficionados en México y reflexionó sobre todo lo que ha aprendido.
¿Estar en el top 100 cuánto cambia su programación para este año? ¿Cuáles son los ajustes que debe hacer en el calendario?
“Realmente es algo muy nuevo, acaba de suceder y aún estamos analizando qué debemos hacer. Por ahora, voy a jugar un WTA 125 en Antalya (Turquía), luego el 250 de Bogotá, y por ahora la idea es analizar bien los torneos que más me favorezcan para poder planear un buen calendario, seguir trabajando en mi tenis y mejorar mi nivel”.
¿Qué significa llegar al top 100?
“Es algo increíble. De niña soñaba con poder lograr algo así. Es un gran logro también para Colombia. Cuando me dijeron que solo Santiago Giraldo había ganado un ATP 500, entendí que esto es algo único, que me genera mucho orgullo y felicidad. Muchos lo intentan y algunos lo logran, otros no, pero para mí es muy especial. Es el premio al trabajo de muchos años, de dedicación y persistencia. Me siento muy agradecida con mi familia y mi equipo de trabajo, que ha estado conmigo siempre, creyendo en mí y sin dejarme sola. Eso me da mucha felicidad”.
Jugar una final ante una top 10, ¿qué significado tuvo?
“Jugar una final así de grande era un sueño, y al lograrlo tenía muchas ganas de ganar. Pero mi rival, que es top 8 del mundo, lleva un proceso y tiene un nivel muy alto, me ganó fácil. Ahora me queda seguir trabajando para estar en ese nivel. Disfruté mucho el torneo y ahora ser top 100 me genera más responsabilidad y trabajo, porque la meta es seguir escalando”.
Usted ha superado lesiones y cirugías complejas. En estas dos semanas se vio físicamente muy fuerte, ¿cómo ha logrado eso?
“Tengo un preparador físico y una fisioterapeuta con los que vengo trabajando hace años, me conocen bien y afortunadamente llevo varios meses bien físicamente. Solo me faltaba ganar confianza, ejecutar mejor los partidos y sentirme mejor mentalmente. Por eso también llevo muchos años con una psicóloga. Ahora, con el trabajo de Felipe (Mantilla, mi entrenador), estoy disfrutando mucho competir. Me siento tranquila con él en el banco, me ha dado una energía muy bonita y estos seis meses con él han sido muy buenos”.
¿Qué reflexión le dejó la caída en la final en Mérida?
“Acabo de tener los mejores quince días de mi vida. Me ganó una jugadora top 10 del mundo, pero aunque creo que puedo mejorar, me sentí muy bien en Cancún y seguí igual en Mérida, mejorando cada día y logrando victorias especiales. La final ante Ema la perdí, ella me ganó fácil, pero para mí es una gran experiencia. Me dio rabia y tristeza perder, salí de la cancha y le dije a Felipe que no quería perder, pero eso hace parte del deporte. Perdí un partido, pero gané once, y me quedo con esas once victorias y todo lo que aprendí”.
¿Qué debe mejorar para mantenerse entre las 100 mejores?
“Todos los días salgo a trabajar con la ilusión de ganar y, por eso, debo seguir mejorando en todo: en defensa, en ataque, en el saque, en la devolución, en la velocidad que le pongo a la bola. Es cuestión de seguir trabajando, siempre pensando en mejorar y sin importar el tiempo que me tome lograrlo”.
Su meta era estar entre las 100 mejores y ya lo logró, ¿qué otra meta tiene ahora?
“Toca seguir escalando y creciendo, tanto como jugadora como persona. Si cada día logro mejorar un poco, eso ya es una ganancia. Quiero seguir aprendiendo de mis rivales, de mi equipo de trabajo, de las personas con las que me cruzo, porque creo que ahí está la clave: en crecer y ser mejor, no solo como deportista, sino también como persona”.
Cuando compite, ¿qué busca? ¿Qué la motiva?
“Hace unos días hablé con Camila Osorio y me decía que lo importante es disfrutar y ser feliz con lo que hacemos. Entrenamos fuerte, nos retamos cada día, así que lo primordial es hacerlo, pero disfrutándolo”.
Ser top 100 la convierte en una referente para los niños. ¿Qué piensa de ser ese ejemplo?
“Me parece muy lindo y espero que todos esos niños que me vieron jugar en México, y los que me ven por televisión, se motiven a jugar. No todos tienen que ser profesionales, pero me emociona que muchos niños y niñas, así como más personas, le tomen cariño a este deporte. Que lo disfruten con amigos. Sé que estar entre las mejores ayuda a motivar a muchos”.
Ahora se viene la Copa Colsanitas en Bogotá...
“Ir a Colsanitas es lindo. Poder volver al país me emociona. Me siento bien con mi juego, aunque la altura siempre es un reto para mí. Pero voy con mucha ilusión de hacer un gran papel, jugar en casa con mi familia, con la gente que más quiero, y espero hacerlo de la mejor manera”.
¿Qué siente ahora que sabe que puede jugar los cuadros principales de los Grand Slam?
“Felicidad, porque tendré muchos aprendizajes y experiencias nuevas. Me pone muy contenta poder jugar el cuadro principal de los Grand Slam, es algo muy importante para mí, algo con lo que siempre he soñado. Ahora toca reorganizar el calendario con mi equipo y disfrutar cada torneo al que vaya”.