Reconoce que está un poco “loco” y que el amor por sus patines lo |ha llevado a lugares soñados, a cumplir retos no imaginados y a rodar por el mundo.
Sobre ruedas, Diego Mauricio Posada Echeverri ha logrado velocidades de 109 kilómetros por hora. Recalca que está “loco” mientras lanza una enorme carcajada y argumenta que quiere darle más oros a Colombia en los Roller Games.
Luego advierte: “me inicié en la natación y fui campeón, pero las piscinas me enfermaban mucho”. Por eso exploró en el microfútbol, el taekwondo y el voleibol, hasta que el Niño Dios le trajo unos patines y supo que ya no quería bajarse de ellos.
Fue campeón nacional juvenil y mayores, y se perdió el Mundial por una lesión de hombro; también se fracturó la tibia y el peroné.
Su amor por las ruedas siguió intacto y al empezar a estudiar Ingeniería Electrónica en la Universidad Pontificia Bolivariana continuó entrenando de manera recreativa.
Lo suyo siempre ha sido la velocidad y por eso se especializó en el descenso, prueba en la que representará a Colombia desde hoy en Nanjing. Italia y Francia se presentan como los rivales más potentes.
Junto a Carlos Quiroga serán los únicos representantes del país en esa modalidad que tendrá dos pruebas, una individual y otra en el estilo de baterías (eliminación de cuatro deportistas por serie, hasta definir los medallistas).