Poco a poco el colombiano Camilo Villegas recupera el nivel que lo llevó a los primeros sitiales del escalafón mundial del golf.
A sus 42 años de edad, el antioqueño hizo de nuevo parte de uno de los torneos más emblemáticos de este deporte, el Masters de Augusta, que terminó este domingo en el condado de Richmond, Georgia, donde se impuso, por segunda vez, el norteamericano Scottie Scheffler, quien había logrado la chaqueta verde en 2022.
Villegas, por su parte, no pasó desapercibido, sobre todo en la última jornada, en la que embocó siete ‘birdies’ (golpes bajo par, es decir, cuando se consigue un hoyo con un golpe menos de los establecidos) y finalizó el torneo en la casilla 35, la segunda mejor en sus 7 participaciones: 13° en 2009, 38° en 2010 y 49° en 2011; en 2007, 2008 y 2015 no pasó el corte.
Este resultado llena de confianza y motivación al ganador de cinco certámenes en el PGA Tour, el máximo circuito de golf en los Estados Unidos, donde ha tenido, como lo recuerda la Federación Colombiana de Golf, una carrera intachable y más triunfos que nadie en Latinoamérica.
Camilo, que ganó el BMW Championship y el Tour Championship en 2008, el Honda Classic 2010, el Campeonato Wyndham de 2014 y el Bermuda Championship en 2023, tuvo en el mítico campo de Augusta un buen rendimiento, con el cual logró pasar, después de nueve años, a la ronda final.
De ahí nace su alegría y optimismo para volver a reinar ante los más consagrados de esta especialidad. “Pasar el corte en Augusta después de nueve años fue como volver al pasado, ya que con ‘Chema’ (el español José María Olazábal) jugué varias rondas de práctica acá en mis primeros años y al finalizar la tarde (el sábado), estaba mirando con quién me iba a tocar. Me puse muy contento de que me tocó con él”, indicó Villegas a la Fedegolf.
El paisa terminó con una tarjeta de 294 golpes, 6 por encima del par del campo. Scheffler reinó con 277 (-11).
Tras el puesto en el que terminó, el colombiano recogió un cheque por $108,000 dólares (más de 400 millones de pesos). Mientras que el campeón recibió $3,600,000 (unos $13.700 millones). Pero más eso, Villegas sumó confianza para futuras pruebas.
El criollo habló de la longitud, cada vez mayor, del campo de Augusta National, y resaltó la labor que hizo Olazábal, de 58 años y vencedor en Augusta en 1994 y 1999.
“Este campo es demasiado difícil para un pegador como ‘Chema’, con la distancia, pero qué imaginación, qué creatividad, qué toque alrededor del ‘green’. Lo vi pegar un ‘chip’ detrás del hoyo 13 que, después de que terminamos, estaba diciéndole que fue increíble. Me dice que es uno de los mejores ‘chips’ que ha pegado en Augusta National”, recordó Camilo, al confesar que vivió una semana increíble al estar rodeado de sus seres queridos, entre ellos su esposa, su hijo Mateo, hijo Mateo, sus padres y su hermano Manuel.
“Traté de estar enfocado y de disfrutar desde lo emocional, de no tener demasiado estrés, que suele pasar en torneos grandes”, dijo Villegas, pese al tirón en la espalda que sintió en la jornada del jueves.
“Siempre me molestó toda la semana, pero el balance es positivo: se ve que se está trabajando en las cosas que son, y bueno, quedan las ganas de volver”, se ilusiona el golfista antioqueño.
