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La otra aventura que le marca el desafío a Luisa

  • Con entrega, pasión y liderazgo, Luisa (Centro) se ganó el respeto de entrenadores y ciclistas. FOTO Cortesía Manzana Postobón
    Con entrega, pasión y liderazgo, Luisa (Centro) se ganó el respeto de entrenadores y ciclistas. FOTO Cortesía Manzana Postobón

Como en sus mejores épocas de atleta de alto rendimiento, en la que logró ser doble campeona mundial de carreras de aventura, Luisa Fernanda Ríos, a sus 42 años de edad, se volvió a vestir de licra, esta vez para pagar una promesa.

Le pidió al Altísimo que si le hacía el favor de que el equipo del cual es mánager general -Manzana Postobón- llegaba a ser de corte continental profesional, viajaría desde Buga a Medellín en bicicleta.

Es tanta la felicidad que siente, que el recorrido de cerca de 400 kilómetros desde el municipio vallecaucano se le hizo corto y fácil.

La rubia simpática, que denota amabilidad, es consciente de que si sobre la espalda cargaba un escaparate, ahora el peso se incrementará más.

Ser la única mujer del pelotón internacional a cargo de un elenco ciclístico la llena de más optimismo. Dice que posee las ganas y las fuerzas para encarar el desafío, y más al estar respaldada por un grupo de expertos y por un puñado de jóvenes con la ilusión de escribir más páginas históricas para el pedalismo colombiano.

“Se trabajó, luchó y sufrió para ser un equipo grande, y ahora que llegaremos a las grandes ligas tenemos que estar a la altura para dejar huella”, expresa la administradora de empresas, al asegurar que las puertas para competir en la segunda disivión del ciclismo mundial se les abrieron gracias al trabajo responsable, planificado y constante de nueve años, también a la empresa privada.

“Nunca hemos perdido el norte. Desde que se creó el equipo en 2006, cuando se llamaba Colombia es Pasión, se proyectó para correr grandes vueltas pero con ciclistas colombianos. El deseo era que el país volviera a sonar como en la década de los 80. Pero al principio todo dependía de dineros públicos, era un proyecto de Gobierno, y eso genera cambios. Entonces, una escuadra se vuelve inmanejable en ese aspecto, porque te toca dejar ir a Nairo Quintana, Esteban Chaves, Darwin Atapuma... porque no se tiene la solidez económica para competir como se debe”.

La perseverancia, dedicación y el convencimiento de continuar formando talentos sobre la base de un ciclismo ético dio paso al anhelado patrocinio para proyectar al elenco a largo plazo. Con el grupo Ardila Lülle ya tienen un respiro y la recompensa.

Preparan el gran salto

Tras terminar en octubre el Clásico RCN, el Manzana Postobón Team, dirigido por Luis Fernando Saldarriaga y Óscar de J. Vargas, solo tuvo dos semanas de descanso antes de iniciar pretemporada.

“Al cambiar de categoría tenemos que ir a ritmo del calendario internacional. Hay que estar a la altura en el World Tour, por eso debemos tener un pico alto en febrero, cuando empecemos a competir”, expresa Luisa, al recordar que en el exterior actuarán con 16 ciclistas, mientras que en Colombia otros seis afrontarán algunas pruebas del calendario nacional, sin dejar de mencionar que también cuentan con una escuadra juvenil, en la que forman y proyectan las promesas.

Frente a la cerrada nómina que cuenta para actuar en Europa, con una buena estrategia de carreras, los jóvenes talentos pueden marcar la diferencia. La Vuelta a Cataluña es el principal foco que tienen para figurar en 2017.

“A pesar de que somos poquitos, estratégicamente podemos jugar bien. Vamos a ir paso a paso con nuestros talentos, pero de forma segura. Queremos dar el toque del show. Estamos seguros de que siendo referencia tendremos más opciones de aplicar a una carrera importante. Tenemos tres años para mostrar nuestra grandeza. No queremos que nuestros corredores sobresalgan con otros equipos sino con nosotros, esa es la apuesta”, expresa Ríos, toda una cajita de música al hablar del ciclismo. Y pensar que cuando se embarcó en este proyecto no sabía nada de la modalidad de ruta.

Ahora, gracias al deseo de aventura que atrapa su mente, se volvió una experta en el tema. “No hay imposibles, siempre hay que soñar en grande” y ella se abre campo en medio de un gremio riguroso, en ocasiones machista, como el pedalismo. Lo hace con una camada de jóvenes con sed de gloria.

Jheyner A. Durango Hurtado

Periodista del área de Deportes

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