Por JHEYNER A. DURANGO HURTADO
En el ciclismo no hay descanso, y más si se tienen las herramientas para ejercitar el cuerpo, pese a cualquier factor que limite el movimiento en carretera. Aquí se pone a prueba paciencia, actitud y creatividad.
Así lo reflejan grandes pedalistas del lote mundial, incluso cientos de aficionados, quienes no solo se entrenan en rodillos, sino que además, por medio de plataformas virtuales, compiten sin necesidad de salir de casa.
En la presente semana, al contactar vía telefónica a Óscar Sevilla, al ciclista español, afincado en Colombia desde hace más de una década, se le sentía exhausto. Se le dificultaba hilar varias palabras a la vez.
“Es que en la mañana hice una hora de entreno y acabo de terminar casi tres más, eso sí, a un ritmo más suave. Ahí vamos, manteniendo la forma como podemos”, comentaba Sevilla, jefe de filas del Team Medellín, al expresar que, por medio de diferentes programas de simulación, en los que se iba intensificando la fuerza de pedaleo cada 10, 5 o 3 minutos, hacía trabajos específicos o incluso rodaba a la par con otros usuarios.
“He hecho los 50 últimos tramos de la Milán-San Remo o los 25 kilómetros finales de la París-Niza, en fin... Hay muchas plataformas, hasta el recorrido de la subida al alto de Las Palmas. Primero calientas unos seis minutos, y dependiendo del trabajo que estés haciendo, vas realizando series de trabajo”, comenta Sevilla, quien viene de ser subcampeón del Gran Premio de la Patagonia, en Chile, donde triunfó su compañero José Tito Hernández. Esa fue la última carrera UCI antes de que se suspendiera el calendario.
“Lo normal es hacer una hora y 15 minutos en rodillo, porque más puede ser dañino. En el caso de uno, la idea es mantenerse en forma, pero tampoco reventarse porque no sabemos cuándo volvamos a correr. Este tipo de ejercicios nos permiten tener la mente lúcida, estar tranquilos, ser pacientes, sacarle la parte positiva a lo que está pasando”, agrega Sevilla.
Buena alternativa
Según un artículo que publicó la agencia EFE, desde la entrada en vigor de medidas de confinamiento debido a la crisis del coronavirus, el ciclismo virtual se ha convertido en una alternativa para salir del sedentarismo e intentar un buen estado físico.
Hasta el mismo corredor antioqueño Rigoberto Urán ha compartido en sus redes sociales sus rutinas de entreno con su equipo EF Pro Cycling gracias al programa Zwift, que permite a los usuarios interactuar, entrenar y competir de manera virtual.
De hecho, el pasado domingo el Tour de Flandes congregó a varios referentes del pelotón en una edición virtual disputada encima de sofisticados rodillos con la tecnología BKool. El belga Greg Van Avermaet (CCC) fue el más rápido en el recorrido de 30 kilómetros virtuales. “El rodillo se ha convertido en la alternativa al asfalto”, decía la nota.
“Feliz con mi primera victoria en el cierre del Tour de Flandes. Ligeramente diferente pero lo disfruté. ¡Manténganse a salvo a todos!”, comentó Van Avermaet en su cuenta de Twitter tras vencer a su compatriota Oliver Naesen y al irlandés Nicolas Roche.
“Ha sido un sentimiento extraño: se sufre mucho sin tener la sensación de estar en una carrera. Creo que nunca he tenido las pulsaciones tan altas. Pero ha sido divertido. Creo que todos lo hemos pasado bien, pese a la frustración por no recibir el apoyo de la gente. En estos tiempos difíciles, ha sido una gran idea”, concluyó el ganador virtual.
“El efecto de aspiración también se reproducía, el esfuerzo era más intenso para el corredor en cabeza que para aquellos que iba a su rueda”, explicó a la AFP el belga Tim Wellens, que corrió la prueba con una bicicleta instalada en el balcón de su apartamento, en Mónaco.
En este tipo de pruebas el desgaste es tan real que el australiano Michael Matthews abandonó la carrera cuando restaban 13 kilómetros para la meta, víctima de “un esfuerzo demasiado violento” para el velocista.
En un video que publica en Youtube la empresa española Bkool, explican que gracias a los sensores instalados en el rodillo inteligente, con el que funciona el simulador, los pedalistas pueden encarar las cimas más importantes del mundo.
Otra red social para deportistas, conocida como Strava, aplicación de seguimiento GPS en la que los deportistas pueden observar la velocidad en su recorrido, consumo de energía, frecuencia cardíaca y otros datos utilizando el celular, desafió a sus usuarios para hacer ejercicio en esta cuarentena. Ese reto, en el que instalaron cinco pruebas de ciclismo, ya suma 65.000 participantes.
“Es verdad que Strava tiene mucho sentido para actividades al aire libre, pero se pueden compartir más de 30 deportes y varios de ellos son de interior. Lo que hemos observado no es una parada brutal de las actividades sino una explosión de ellas, lo que nos muestra que el deporte es un elemento central en la vida de mucha gente”, explicó a EFE Grégory Vermersch, director de Strava en Francia y en España. “Nuestro objetivo es inspirar y ayudar a los atletas que tienen que quedarse confinados en casa, y entrenan de manera virtual, a romper con la monotonía”, añade el responsable de la compañía.
La tecnología toma mayor fuerza en el entrenamiento, en un entorno virtual en el que los corredores representan situaciones reales que les permite seguir enfocados en sus objetivos deportivos, seguir conociendo su organismo y hasta mejorar en rendimiento .
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