Vic Deal lleva más de 10 años rapeando y los celebra en Medallas de Oro, su más reciente disco. Allí reflexiona sobre su trayectoria artística y su búsqueda: la excelencia. Hacer siempre el arte, la música de la mejor forma posible y mantenerse siempre fiel a si mismo, a sus principios. Ni por plata ni por reconocimiento, el arte por el arte, lo demás es secundario.
Y lo hace a partir de las palabras del maestro Fernando Botero, con fragmentos de una entrevista que abren y cierran el disco.
“La verdad es que una cosa es la evolución y otra cosa es el cambio. Hay mucha gente que pretende que un artista debe cambiar, como si uno estuviera en el mundo de la moda y tuviera que presentar la colección de primavera y la colección de otoño. No, el arte es una cosa más seria que eso”, se escucha decir a Botero en Arriba del cielo, el primer tema del disco.
“Todo el mundo pretende que un artista debe cambiar, pero es que cambiar es cambiar sus ideas, porque el arte que se produce, la obra es resultado de una convicción, de una obsesión, no a la inversa. Es decir, uno no puede cambiar la obra sin haber cambiado las ideas y si las ideas las cambia tan fácilmente es que eran ideas que no eran importantes y no eran profundas”, se escucha decir a Botero en Medalla de Honor, el último tema del disco.
El disco incluye colaboraciones Kaztro (Alcolirykoz), Luis7Lunes, Maco Maat y No Rules Clan en los rapeos, y de Kid Sánchez, DGD, Ignorancia Sofisticada, Spach Beats en la producción. A propósito del lanzamiento del disco, EL COLOMBIANO habló con Vic Deal.
¿Por qué Medallas de oro?
“Es como un premio, un autorreconocimiento a los años de trabajo, a mantenerme fiel a mis creencias en relación a la música y al rap. No tienen que ver tanto con la competencia sino con esa búsqueda de la excelencia, de lograr lo que uno hace de la mejor manera, de la forma más completa y más fiel. Y porque hay algo poderoso en los títulos, en como uno se autodenomina y luego la gente se termina refiriendo a uno”.
Nombrarse es poderoso, pero también puede ser riesgoso, se puede quedar atrapado en eso que dice...
“Tal cual. Y más allá de esa creencia tan de moda de manifestar y ese tipo de cosas, yo siento que cuando uno asevera algo o escoge un nombre o un título, también está generando un compromiso, creo que por eso es válido escoger nombres que sean una afirmación positiva, porque al momento de hacer música es inevitable estar en boca de las personas, por lo menos de la gente que nos apoya”.
Lleva más de 10 años rapeando, es decir, poniendose en canciones ¿cómo se relaciona con todo eso que ha dicho?
“A mi la retrospectiva me da una sensación muy bacana porque siento que uno hace lo mejor que puede con lo que tiene en ese momento. Si bien hay cosas en el aspecto técnico que no me gustan, sí puedo asegurar que todo es 100% honesto. Si decidiera quitar algo de eso o si hubiese evitado publicar una de esas canciones, no sería yo en este momento”.
¿Se reconoce ahí?
“Sí, completamente. Yo creo que los seres humanos en general tenemos esas sensaciones al mirar atrás y sentir que eso que pasó o que hicimos era como otra persona, tal vez por la madurez, por los cambios en el estilo de vida, pero la vida es aceptar unas cosas y renunciar a otras. Lo importante es que queden ahí como en un compendio. Por fortuna la música y la escritura tiene esa cualidad de prevalecer, dan como una idea general de lo que ha sido una persona o su manera de ver la vida en ese momento histórico específico”.
Este disco está enmarcado en esas palabras de Fernando Botero se oyen al principio y al final ¿por qué?
“En pandemia vi fragmentos de esa entrevista de Botero en la que decía cosas que me parecían muy interesantes, la manera en que expresa su visión del arte la comparto, y hablaba justamente de lo que alude el título Medallas de Oro, que es la excelencia en el arte. Él decía que la búsqueda de él no era el dinero, ni ser famoso, sino la excelencia, hacer su arte cada vez mejor, y hablaba de asuntos muy detallados, de como él preparaba sus propios lienzos de tal manera y los pigmentos de tal y tal forma.
Y si, a medida que pasa el tiempo uno se empieza a volver así, como un poco más obsesivo con el detalle, el toque perfecto de las cosas y eso no tiene que ver con decorar, exagerar ni sobreactuarse. Por ejemplo, mi preocupación desde que hice De Ego Tripas (2018) ha sido que el lenguaje que yo uso en el rap sea exactamente el mismo que uso en mi cotidianidad, que la gente conecte desde esa naturalidad, y si luego me escuchan en una entrevista saben que es la misma persona, no un personaje”.
También se refiere a la diferencia entre la evolución y el cambio, que el arte a diferencia de la moda no cambia por las tendencias, pero el rap en Medellín parece estar más de moda que nunca ¿cómo lo ve?
“En Colombia en general hay figuras muy relevantes del rap y siento que tienen un estilo marcado, que es propio. La gente que se está haciendo conocida lo está haciendo con una identidad propia que finalmente creo que es una de las cualidades más hermosas que tiene el rap, y es que se adapta a los entornos.
En el rap hay cosas estéticas que son transversales en todo el mundo, la forma de vestir y situaciones que son comunes, pero eso se enmarca en las dinámicas propias de cada ciudad, incluso hasta de localidades, de un barrio a otro puede cambiar mucho, y eso se nota en Medellín, se puede ver en los estilo, en la forma de rapear, no es igual en el sur de la ciudad que en el centro o el del norte.
Cuando uno cae en esas dinámicas muy comerciales por querer estrictamente vender, está perdiendo la oportunidad de narrar lo propio por querer emular otra realidad. Pero la potencia que ha tenido el rap de Medellín es que ha podido conectarse con la gente precisamente desde nuestra jerga y eso te hace sentir que el que está rapeando es alguien cercano, que ha vivido cosas similares.
Yo he conocido raperos a los que las disqueras les hacen ofertas pero con ciertas condiciones, que no hablen de ciertas cosas, que moderen el lenguaje... cosas que por lo menos uno no está dispuesto a sacrificar en su música. Eso no quiere decir que uno no quiera que su música se escuche, sino que la escuchen como uno la quiere mostrar, no desde la expectativa de la industria musical”.
En la producción de este disco no sólo está usted sino Kid Sánchez, Sapch Beats, DGD e Ignorancia Sofisticada ¿cómo fue la elección de los sonidos?
“Para este disco quería sonidos complementarios, que me hubiera gustado haber puesto en La Costa Nostra (2020). Sonoramente es una evolución de eso, no quería repetirme, pero sin embargo habían cosas de esa vibra y como de ese carisma que quería incluir. Teniendo ese lineamiento claro hice las primeras canciones, y con ellas le mostré a los otros productores que era más o menos lo que estaba buscando, entonces fluyó muy naturalmente.
Con el tiempo eso se vuelve difícil al ser beatmaker, porque uno está buscando ese beat que lo emocione, que uno sienta un palpito brutal, porque obviamente hay beats que desde lo técnico descrestan, pero no para hacer una canción.
Como productor, hubo un tiempo que intenté hacer mis pistas mucho más complejas y otra vez volví como a lo básico: un sample, un buen bajo, una buena batería, cuando mucho algún detallito de una textura o algún instrumento adicional muy sutil y ya. Es lo que Gambeta llama puntería, que es coger esa emocionalidad que se enfrasca en unos segundos que son los que uno quiere rescatar”.
No tiene que ver con el artificio, ni con el adorno, sino con la exactitud...
“Exacto, yo siento que ya uno lo que busca en el rap es esa exactitud y eso puede venir de cualquier género musical, de cualquier tipo de pista porque el rap es demasiado amplio, hay tantos estilos de rap como ciudades en el mundo, es infinito, cada ciudad tiene su esencia, un cierto glamour en la forma de hacer los beats, puede ser muy nea, puede ser muy calle, pero los beats increíbles tienen una cierta elegancia, una simpleza hermosa en su propia naturaleza.
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¿Qué viene el próximo año?
“Vamos a hacer otros lanzamientos de Afterclass y una gira de triple lanzamiento con lo que viene de Luis7Lunes y Maco Maat. Queremos tocar en Europa, y sacar un disco de Afterclass”.
