Ricardo Montaner tiene muy presente que la primera canción con la que tocó el corazón de los colombianos y que fue éxito en todo el país fue Ojos negros. Esta hizo parte de su segundo disco, grabado en 1987, llamado Ricardo Montaner. “Como nadie me conocía el disco tenía que llamarse así, con mi nombre artístico”.
Su nombre de pila es Héctor Eduardo Reglero Montaner, tiene 61 años y ha pasado cerca de 40 de ellos en los escenarios. Su segundo apellido, el que eligió para su carrera musical, es tan reconocido hoy que por eso llamó a este nuevo trabajo precisamente Montaner, a secas. “¿Puedes creer que nunca le había puesto a un disco así?”, dice vía telefónica en conversación con EL COLOMBIANO.
Al repasar su discografía tiene álbumes como Un toque de misterio, En el último lugar del mundo, Los hijos del sol, Una mañana y un camino, Viene del alma, Es así y otra docena más. Es cierto, a ninguno le había puesto su apellido.
Nueva música
Dos canciones habían precedido el lanzamiento de este reciente trabajo musical que salió al mercado el 24 de mayo, ¿Qué vas a hacer?, cuyo video protagonizó J Balvin con la cantante argentina Lali, y No Me Hagas Daño. En este actuaron Nicky Jam y la modelo Patricia Zavala.
El artista es consciente de que, desde que comenzó su carrera hasta hoy, se han dado muchos cambios en la industria, “pero la música sigue siendo la misma y es la materia prima para nosotros”.
No me hagas daño es una canción que suena diferente, pero aún conserva la esencia Montaner. “Es cierto –dice hablando desde su celular–, pero no sabría cómo explicar eso”.
La conversación continúa sobre el disco, precisó que estas nuevas canciones son un viaje entre el despecho y la llenura. Se oyen las olas del mar, “estoy frente a la costa este de la Florida”.
¿Llenura? “Sí, esa que da el amor, el absoluto bienestar cuando estás enamorado, en lo que todo te resulta hermoso, a esa me refiero. Sin embargo, también debo decir, que este álbum viene cargado de una dosis extrema de despecho”.
Son 10 canciones, también hay colaboraciones, una de ellas con Farruko y otra más con Tainy y sus hijos Mau y Ricky. Ahí es un padre orgulloso al preguntarle por cómo ellos han manejado su carrera musical sin tener el apellido Montaner como bandera.
“El primer reto que ellos asumieron era cómo hacer para que yo no fuera una sombra sino más bien una posibilidad de resplandecer”.
Reconoce que no la tenían fácil, lo hablaron, cuenta que fueron bastantes conversaciones. “Mau y Ricky trabajaron muchos años en no desvincularse, pero sí en tener claro que ellos iban a ser artistas por su camino, a punta de esfuerzo, trasnocho, promoción, viajes, ir y venir. Recibieron muchos golpes en la cabeza, de frente, con puertas que se cerraban y también tuvieron que luchar con el estigma de que ‘estos deben ser hijos de papi y quieren repetir lo que el padre hizo en 30 años’ y no, no se podía ver así, ellos se encargaron de hacerlo bien”.
Ambos han hecho ya una carrera como compositores y productores y “como papá se me cae la baba constantemente del orgullo que tengo”, concluyó.
Medellín es su casa
Ricardo Montaner es argentino de nacimiento, venezolano de crianza y corazón y colombiano por adopción. “Hace 7 años me dieron la ciudadanía y soy también colombiano”. Sus lazos con esta ciudad se han afianzado, “imagínate, tengo una nuera y un futuro yerno que son nacidos en Medellín, mi familia tiene sangre colombiana”.
Sobre la relación de venezolanos y colombianos aprovechó para dar las gracias. “No se imaginan lo que Colombia significa para los venezolanos, esa tabla salvavidas en medio del mar. A mí no me va alcanzar la vida entera para agradecerles todo lo que han hecho por los paisanos venezolanos”.
La conversación termina, Montaner dice sentirse satisfecho. “Después de 25 álbumes seguir aquí parado, mirando al mar y hablando con ustedes. Es una bendición”.