La escritora Laura Restrepo (1950), radicada en Europa, ha viajado a lugares tan alejados del territorio colombiano como Yemen, Somalia y Etiopía; pero no conocía Jericó, el pequeño pueblo patrimonial considerado uno de los más bellos de Antioquia por su arquitectura, sus museos y su ambiente cultural.
“¿Cómo es posible que no lo conociera?”, reconoció sorprendida ante un público que colmaba las butacas del Teatro Santa María, al comienzo de su presentación en el marco del Hay Festival Jericó 2023, organizado con el apoyo de Comfama.
En el evento, que cumple su quinta edición en el municipio, presentó su novela más reciente, “Canción de antiguos amantes”, en conversación con la periodista y directora de EL COLOMBIANO, Luz María Sierra.
La escritora bogotana construye en ese libro una aventura sobre el amor y el dolor a través de su protagonista, Bos Mutas, quien recorre el mundo en busca de la reina de Saba, una figura con una larga tradición literaria y mitológica con profundas raíces en lugares como Yemen y Etiopía.
La autora viajó a esos países comisionada por la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras, que invita a escritores a realizar trabajos de reportería en distintas partes del mundo donde se desarrollan “conflictos olvidados”. La finalidad es darle un “enfoque más literario”, dijo la autora, a los relatos de las crisis humanitarias.
Hace 8 años fue designada para ir a Yemen, un país que no tenía en el “mapa mental” y cuya única referencia conocida eran las historias de la reina de Saba, una mujer poderosa en los relatos bíblicos.
En dicho país, Restrepo encontró un conflicto y una cultura cercanas a las colombianas, especialmente en la “resistencia” de los habitantes frente a problemas como la migración forzadas, el desplazamiento, y la vida de mujeres “buscando con sus hijos un lugar imposible donde la vida sea posible”, contó Restrepo.
La obra le tomó unos 7 años escribirla y le dedicó un trabajo “durísimo”, con algunas interrupciones por otros libros como “Los Divinos”, una obra de ficción que pone en cuestionamiento la violencia machista a partir del crimen verídico de una niña.
“Canciones de antiguos amantes”, según la autora, es “como un viaje” al último rincón del mundo, que nos deja la reflexión sobre la necesidad de poner en el centro lugares donde las personas parecen habitar “el fin del mundo”.
Restrepo criticó en ese sentido la situación de países primermundistas que “no saben para dónde van”, enfrascados “en una crisis ecológica” y una “guerra” que quizá se vuelva “mundial”. “Podemos estar viviendo los últimos momentos de la raza humana”, dijo.
Pese a esto, la historia de Restrepo es “una crónica de esperanza en medio del dolor”, sostuvo Luz María Sierra.
Y una de las claves de esa esperanza y resistencia resaltadas en la obra, se la dieron las mujeres de Yemen, a quienes, al preguntarles quiénes era y de dónde provenían, le contestaban, de manera orgullosa, entre “harapos” y duras condiciones de pobreza: “Soy descendiente de la reina de Saba”, recalcando la pertenencia a “una cultura milenaria”.
Al escuchar esas respuestas, Restrepo se dio cuenta de cómo el mito de la reina de Saba y la realidad de esas personas han estado entrelazados desde hace siglos.