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El pasado 30 de agosto, Ana Mercedes Vivas, hija de la poeta de 98 años Maruja Vieira, recibió un correo de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (UGPP) en la que le “pedían (a Maruja) su consentimiento para revocar el acto administrativo que le daba la pensión de Cajanal, y que si ese consentimiento no se daba, ellos tomarían acciones legales para la revocatoria parcial o total de la pensión. La carta es muy coactiva, tiene un tono imposible. Mencionaban a la ley 100 y un montón de cosas que no la cobijan ni por el tiempo de la ley ni por el origen de todas estas cosas”.
Viva afirma que su mamá “recibe dos pensiones, una de Colpensiones de 1987 y una de Cajanal de 1992, agosto, pero que se tramitó en 1990”. Sumadas las dos no llegan efectivos 2’500.000 al mes, por lo que ella debe subsidiar el 75 % del sostenimiento de Maruja, cuestión que se ve amenazada por la amenaza de perder una pensión, precisamente la más generosa. “Yo soy hija única, yo no tengo ni papá ni hermano ni esposo ni nada, Maruja solo me tiene a mí”.
Como parte de la vida laboral de Maruja se desarrolló en Cali, Vivas recurrió a una abogada en esa ciudad, precisamente a Olga Patricia Franco Galvis, quien cuenta con más de 20 años de experiencia en Derecho Laboral y en Seguridad Social, incluso cuenta con especializaciones en estas ramas e hizo parte de la lista para ser Magistrado de Descongestión de la Corte Suprema de Justicia Sala Laboral.
Cuando llegaron donde Franco ella les explicó “que la administración o el Estado no puede de un momento a otro hacer la revocatoria de la Resolución que concedió la pensión, que para esto debe proponer una demanda ante la justicia administrativa y que un Juez administrativo evalúe si la UGPP tiene la razón podrá revocarse esta decisión”.
Franco tomó todos los recursos disponibles y solicitó el archivo de la investigación para “demostrar que dicha investigación no se encontraba dentro del marco jurídico para proseguir con una demanda de lesividad contra la aquí investigada”.
Posteriormente esta entidad le respondió con otra resolución donde dicen que como no se hizo la renuncia entonces que procederían con las acciones legales, y que sería el juez quien tome la decisión.
Cosas a favor
A pesar de lo angustiante de la situación, “no se otorgó el permiso de suspensión de pago de la mesada pensional”, cuenta Franco, es decir que la UGPP no tiene libertad para suspender el pago de la pensión por ahora y para hacerlo debe solicitarlo a un juez administrativo como medida preventiva y sería este último el que tome la decisión.
De igual forma Franco resalta que legalmente la situación de Vieira debe ser analizada bajo la legislación que regía cuando ella accedió a esas pensiones, porque las nuevas leyes no son retroactivas y hay artículos que así lo defienden, por eso no se debe juzgar bajo la Ley 100, sino con la Ley 4 del 66 y las leyes 33 y 62 de 1985.
La abogada se siente optimista y cuenta que su mayor interés en estos momentos es lograr evitar que la UGPP “proponga la demanda y vaya a pedir una medida cautelar como es la suspensión del pago de la pensión”, de esta forma se puede proteger a Maruja Vieira.
Cuando se le pregunta a Franco por la frecuencia de este tipo de situaciones contesta que “realmente es muy usual, el Estado pretende no reconocer derechos. Si usted mira el 90 % de las demandas en laboral son de seguridad social. Lastimosamente siempre son pensiones no mayores de un salario mínimo legal vigente”.
La investigada
Maruja Vieira fue reconocida con el Premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura. Adriana Villegas Botero, hablando sobre este caso en su columna de opinión en La Patria de Manizales, menciona que la poeta “escribió poesía desde muy joven y alternó la literatura con diversos trabajos, en épocas en que las mujeres eran amas de casa. Laboró en los almacenes J.Glottmann, la aerolínea KLM, el Sena, Radiodifusora Nacional, Radio Sutatenza, Colcultura y otros sitios”.
Cuenta Vivas que los libros de su madre “están para libre distribución y para libre lectura en el fondo virtual del Banco de la República, que nunca hemos cobrado”, y que además hará parte de una antología que se publicará este año con las 20 mujeres más importantes en la literatura del siglo XX y XXI de Colombia.
Maruja Vieria cumplirá 99 años el próximo 25 de diciembre. Foto: Cortesía Olga Lucía Jordán