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Cuando en mayo de 2019 se filtró la noticia de que el británico Robert Pattinson “sonaba” para ser el nuevo Batman, el nombre del actor fue tendencia, pero más por la decepción de los fanáticos de este superhéroe de cómic. A Pattinson lo calificaron de mal actor, se burlaron diciendo que su traje tendría luces led y generaron una indignación masiva que tras el estreno de la película se ha desvanecido.
El actor demostró que si al comienzo de su carrera no logró convencer con su actuación, su recorrido ha ido en ascenso, y no es al único que le ha pasado (ver recuadros).
En una entrevista para MTV News, el actor británico reflexionó sobre la reacción desfavorable que se dio en los seguidores del caballero oscuro, y aunque afirmó que fue menos dura que cuando lo anunciaron como el protagonista de Crepúsculo (nadie lo conocía), fue difícil.
¿El momento perfecto?
The Batman consiguió ser el mejor estreno de este año en cine y el segundo mejor debut en cines de una película desde la pandemia (detrás de Spider-Man: No Way Home). El hombre murciélago de Pattinson ha convencido a crítica, medios y seguidores.
Para la crítica de cine Yennifer Uribe, la carrera de Pattinson ha escalado poco a poco, “y eso habla no solo de los directores bajo los que ha estado al mando, sino de una constancia, una resistencia”. Antes de The Batman tuvo muy buenas películas que la gente no conoce como Good Time o El Faro. Con The Batman quizá llegó el momento ideal para alejarse de la fachada de “mal actor”.
Que un actor siempre presente buenas actuaciones depende de muchas variables, explica Fernando Velásquez, profesor del Departamento de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia: “La dirección, el tipo de proyecto, por ejemplo. Y eso se da en la historia de los grandes actores. Si uno piensa en un Marlon Brando o en esas grandes leyendas, todas sus producciones no son excelentes, pero se destacan por dos o tres que tuvieron actuaciones memorables y eso les da la fama y el reconocimiento, pero no todo lo que hacen es magistral”.
Otros casos
Así como Pattinson ha habido otros actores que quizá no dieron su mejor performance al inicio de sus carreras, pero que poco a poco se han consolidado. La crítica de cine cree que lo mismo que le pasó al británico le sucedió a su coestrella de Crepúsculo Kristen Stewart, quien ahora está nominada al Óscar por su papel en Spencer.
Otros nombres de grandes estrellas con inicios complicados fueron Mathew McCornague, Ben Affleck, Keanu Reves, Michael Keaton, Kim Basinger y la misma Sandra Bullock.
El profesor Velásquez recuerda, por ejemplo, a Sofía Loren. “Ella tiene (en cuanto actuación) unas cuantas metidas de pata, también tiene otras maravillosas”. Insiste en que siempre es muy relativo.
Uribe añade que también tiene mucho que ver con el encasillamiento, con que las audiencias etiqueten a un actor, “que lo asocien por siempre a un personaje, eso en algún momento puede ser positivo si se trata de ser querido y recordado, pero es negativo porque difícilmente se rompe ese imaginario y puede limitarlo para ser escogido para otros personajes”.
Ese “encasillamiento” se da por dos razones: porque se quedan en un mismo papel como sucedió con Daniel Radcliffe con Harry Potter (y quien ha tratado de salirse de ese molde) o Jim Parsons quien interpretó a Sheldon Cooper por 12 años en The Big Band Theory, o porque son los típicos “algo”: El matón, la mujer fatal, el malo latino”, explica Uribe.
Eso ha pasado con actores como Danny Trejo, el “típico villano mexicano”, por poner un ejemplo.
El arte de la actuación
Destacarse en esta carrera es una mezcla de trabajo en equipo y la capacidad del artista. El profesor Velásquez explica que hay de todo, y en todos los niveles –desde el escenario local hasta Hollywood–: actores naturales, espontáneos que no han ido nunca a una escuela, a una academia y que llegan a ser tan buenos como un actor formado. Para recordar algunos casos: Jennifer Lawrence y Joaquin Phoenix, ambos ganadores de Óscar.
Y están los que estudian una carrera. “La academia proporciona una serie de garantías para un actor: eso de que no se repita o lo etiqueten (que siempre esté haciendo lo mismo), estas son cosas que para el actor formado en la escuela normalmente no suceden, porque es de lo primero que se aprende cuando se estudia actuación, que cada personaje tiene sus características, se mueve en un ambiente distinto”, reitera Velásquez.
¿Qué es un buen actor?
Sin importar si ha estudiado o no, para el profesor de la UdeA, un buen actor (o actriz) en el escenario actual es quien es sensible, “que es capaz de creerse el cuento en cine, televisión o teatro. Es quien maneja un nivel de verdad en lo que hace, eso es esencial. No cabe el exhibicionismo o la vanidad, esa ya no es la corriente, el mundo hoy exige del actor mucha entrega, al final el espectador es quien va a dejarse llevar por una verdad que le están proponiendo o desde el escenario o de la pantalla”.
Aunque aún hay detractores de Pattinson, también están en otra orilla quienes creyeron en él y como le dijo su coestrella en The Batman, Zoë Kravitz en esa entrevista con MTV: “Es porque eres buen actor”. Quizá no todos lo habían visto.
Algunos ejemplos
Morgan Freeman
Este actor estadounidense, hoy con 84 años, ha dicho en reiteradas entrevistas que el éxito le llegó muy tarde. Su inicio en la televisión en las décadas de los 60 y 70 fue en pequeños papeles. Tenía 50 años cuando se hizo notar con actuaciones memorables como en la película Street Smart (Reportero de la calle 42), con la que obtuvo su primera nominación al Óscar.
Mathew McConaughey
Medios, como la revista GQ, detallan que el problema de
McConaughey no fue un flojo inicio actoral sino más bien que se dejó “llevar hacia lo fácil, y quemar más de la cuenta con las comedias románticas”. Por fortuna este actor encontró el rumbo con la película Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados (por la que ganó el Óscar) y la serie True Detective.
Sandra Bullock
Sus inicios en la comedia fueron encaminándola hacia este género, aunque ella misma trató de cambiar la perspectiva con dramas como 28 días y Crash, con las que comenzó a mostrar su capacidad para actuar en producciones dramáticas. Precisamente en dos de estas le llegó su nominación al Óscar: Gravedad y The Blind Side: Un sueño posible, por la que ganó.
Michael Keaton
Le pasó lo mismo que a Pattinson, que lo criticaron al extremo cuando fue anunciado como Batman. Sus inicios fueron en la comedia, pocos lo veían como un actor con proyección, pero él fue demostrando lo contrario con películas dramáticas como Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) y Spotlight, y su más reciente serie Dopesick (con la que ganó el SAG Award a Mejor actor de miniserie).