Después de casi 20 años, Juan Camilo Zuluaga, el hijo de Bernardo Gutiérrez, un político excomandante del EPL, regresó a Colombia. Y llegó desde Italia para reconstruir su historia familiar e intentar cerrar las heridas que aún están abiertas. Esa catarsis, ese estar frente a frente con su raíz, quedó plasmado en el documental Los Zuluagas, de la directora Flavia Montini, y que se estrenó este 16 de noviembre en las salas de cine del país.
Aunque en la casa se mantuvo el idioma y costumbres colombianas, para Juan Camilo volver a Medellín y Bogotá fue llegar al hogar de sus padres, aunque se sintió extranjero. Y extraño. Se encontró con un “olor familiar” que no sabe describir, pero que dice le despertó algo en la memoria del niño de 10 años que tuvo que migrar a Europa con su padre y el resto de la familia por causa de la agitación política que se vivió en el país durante esa época.
En 2016 se dio la casualidad del encuentro con la directora Montini. Ahí nació la idea de llevar su pasado, esa intimidad, al cine. Y todo esto coincidió con el montón de preguntas que por esos días le hacía Esteban, su hijo mayor, sobre la familia y el por qué no viven en Colombia. Una de las reflexiones que también se hacía el propio Juan Camilo era lo que significa ser hijo de exguerrilleros: heredar parte de la historia de un conflicto armado.
Su madre, Amparo Tordecilla, conocida como La Negra, también fue militante del EPL, la tercera guerrilla más grande que tuvo el conflicto armado colombiano. Ella fue secuestrada y desaparecida en 1989. “Conel tiempo aprendí a convivir con esa ausencia y sin ese rito de transición. Lo tenaz de la desaparición es que como no se da la posibilidad de enterrar, siempre queda en suspenso esa figura”. Juan Camilo además dice que se vive en un limbo, que no hay una paz. Que por dentro tiene una sensación de no cerrar un ciclo por no haber duelo, pero también con la esperanza de que así como desapareció de repente, así mismo de repente pueda aparecer aun sabiendo la verdad.
“Aunque mis padres le apostaron al proceso de paz, seguía una estigmatización fuerte frente al movimiento guerrillero y los familiares. Cuando me cuestiono qué significa ser hijo de ellos, las preguntas las intento llevar al contexto de una generación que tomó esa decisión, pero además tengo presente las consecuencias de todo esto en la sociedad”, dice Juan Camilo.
Los Zuluagas es una producción rica en archivo. En 75 minutos se ven escritos privados y videos caseros, pero también material que muestra los días de ese padre en la guerrilla, en el monte. Todo este material Juan Camilo lo conserva porque hasta que Bernardo murió siempre se le veía grabando con una cámara. Era como si quisiera dejar huella o testimonio de la historia. Esas horas de grabación se las llevaron para Italia cuando salieron de Colombia en 1994. Flavia lo aprovechó y construyó su ópera prima.
“Sumergirme en el archivo fue una experiencia íntima, un viaje que hice con cuidado, delicadeza y empatía. A través de estos materiales, tuve acceso al espacio más privado de una familia. Poco a poco empecé a leer esos acontecimientos tan lejanos a mí, esa historia tan particular y única, con otras lentes”, dijo la directora.
En esas imágenes se ve a un papá presente, que se metía a la piscina con sus hijos, que les daba la comida. Todos juntos. Tuvieron una relación muy cercana. “Mucho después, más grande, fue que entendí en qué trabajaba, a qué le apostaba en su vida y por qué a veces se ausentaba, que no era porque quería, sino por motivos de seguridad o de trabajo”. Bernardo falleció cuando Juan Camilo tenía 24 años.
Esta es una producción que se suma a la lista de piezas artísticas que se vienen realizando en el país para intentar dar nuevas palabras a este tipo de historias atravesadas por la guerra. “Este documental fue importante para mí porque me permitió entrar en contacto con mi historia y reflejar la historia de otras familias sobrevivientes del conflicto armado en Colombia, que quienes no lo vivieron, intenten entenderlo”.
En esto coincide el crítico de cine David Guzmán, quien explica que esta tendencias de películas, documentales y series donde el tema central es el conflicto armado no es nueva, sin embargo, tuvo un nuevo impulso desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016. “Se juntó una tradición del cine y un momento histórico, además todo tiene que ver con que el documental nos está enseñando que el conflicto nos ha atravesado a todos como ciudadanos”.
En la actualidad, el documental autorreferencial, como es el caso de Los Zuluagas, es uno de los formatos que más se está viendo en el cine colombiano porque permite narrar la propia vida y los propios dolores que a la vez se convierten en películas. Fotos, videos y escritos que dejan de ser solamente archivos y reviven para enfrentar y hallar respuestas a preguntas que estaban en el aire. Un archivo valioso que cura.
Funciones especiales de Los Zuluagas en Medellín:
- Sábado, 18 de noviembre: Centro Colombo Americano, 7:00 p.m. Conversan el cineasta Víctor Gaviria, Juan Camilo Zuluaga y Flavia Montini.
- Martes, 21 de noviembre: Museo Casa de la Memoria. 6:00 p.m. Conversan la cineasta Laura Mora, Camilo Zuluaga y Flavia Montini.
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