Ángela Restrepo es una de las artistas de grabado más importantes del país. La exposición “Intervención” en la galería Policroma recorre sus cuatro décadas de trayectoria. Estará abierta hasta el 16 de abril.
Repasando su obra, Ángela María Restrepo tuvo la sensación de haber trabajado siempre para el futuro. Ella lo siente así por lo que ahora pasa con su obra, la atención que está recibiendo, pero también porque el grabado es una técnica para la posteridad, que es el futuro, porque las planchas quedan, y la obra puede volver a hacerse en el futuro, idéntica o no.
Pero el futuro también se entiende en la obra de Restrepo, porque si se mira hoy, o más adelante, se revela en la sencillez de esos retratos cotidianos, una tremenda desobediencia, un acto profundamente poderoso, aunque sutil y silencioso. Porque ella retrata lo que ve, lo que tiene frente a los ojos, eso que no vemos porque la cabeza suele estar en un lugar distinto al cuerpo –pensando en lo que fue, en lo que será– y se pierde de lo que está siendo, del presente, de la vida cuando pasa, cuando es.
“Restrepo huye del ritmo acelerado que impuso la contemporaneidad; su arte señala con vehemencia la pausa, esa ficción del tiempo detenido, y ahí acontece su rebeldía, en la negación radical de ese mundo que está afuera devorándose todo”, escribió Érika Martínez Cuervo, curadora, gestora e investigadora independiente.
Su obra es lo que ha sido su vida. La intimidad, el divorcio, paisajes vistos, escenas cotidianas, piernas, cuerpos, abrazos, ofrendas, su ropa, sus perros, otros perros, acostados, moribundos, otros animales, plantas, nada que no hayamos vistos, imágenes que no solemos contemplar. La vida, aquello que pasa entre los grandes acontecimientos, donde se gestan los afectos y se revelan las tensiones.
Esa obra, que ha sido su vida se puede ver en Intervención, una exposición en la galería Policroma, que repasa cuatro décadas del trabajo de Restrepo a través de 40 de sus obras. Un trabajo nada pretensioso, pero profundamente honesto y bello.
La exposición empieza con una frase de Poli Mallarino, –cofundadora de la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo–, que dice: “El alma de los materiales solo se deja ver cuando las manos hábiles de hombres y mujeres intervienen para moldearlos y darles forma. De ahí la importancia de rescatar la tradición de los oficios manuales, respetar el conocimiento ancestral y entender el valor de lo objetos hechos a mano”.
Eso que dijo Mallarino es lo que Restrepo ha hecho en estas cuatro décadas que se ha dedicado al arte, particularmente al grabado, que tiene tanto de arte como de oficio. Pero su legado va más allá de su obra, porque Restrepo, que fue alumna del maestro Aníbal Gil, ha sido también maestra incontables alumnos que algún día también serán maestros.
Si quiere saber más, entre aquí. La exposición estará en la galería Policroma (Carrera 35 # 10B 80) hasta el 16 de abril.
