Mientras José Joaquín Berrío Molina consulta el Almanaque Bristol para saber cuándo es menguante y, entonces, alistarse para las siembras de plátano, maíz, fríjol y yuca en su finca El Edén, de Caicedo, Rodrigo Antonio Morales, pescador de Puerto Berrío no lo usa: “Como está de loca la Naturaleza con el cambio climático, nadie es capaz de pronosticar cuándo habrá subienda”.
En las calles, vendedores en las esquinas anuncian el Almanaque Pintoresco de Bristol.
Este folleto llamado la internet de los campesinos y pescadores, sigue vivo después de “185 años de publicación ininterrumpida”.
“La yuca, el plátano, el fríjol y el maíz los siembro en la última menguante de junio —explica el dueño de El Edén, en la que predomina el café—. Puedo tener la semilla lista y, si no es menguante, espero y adelanto otra labor como desmalezar. En pronóstico del tiempo, lluvias y soles, a pesar de que no siempre aciertan, muchas veces sí lo hacen. Pero hay que entender que eso del tiempo es complicado”.
“Ya nadie es capaz de adivinar cuándo habrá subienda o bajanza. En el Magdalena ya se ha acabado la pesca en un 70 por ciento, por falta de programas estatales que mitiguen el calentamiento global y recuperen la pesca, especialmente la artesanal”.
Rodrigo Antonio Morales es presidente de la Asociación de Pescadores de su municipio y de la Federación Colombiana de Pescadores del Río Magdalena.
Juan Álvaro Arboleda, un caficultor de Ciudad Bolívar, tampoco lo usa. Aunque en su casa lo consultaron hasta hace unos cinco o diez años:
“Usted sabe: ‘San Google’ acabó con todo, mijo. En el teléfono está todo”.