Rogelio Echavarría, quien murió a los 91 años, en Bogotá, era un hombre que no podía vivir sin las palabras: era poeta, antologista y periodista.
Nacido en Santa Rosa de Osos, en 1926, fue reconocido por su libro de poesía El transeúnte, publicado en 1964. También se destacó su Antología de la poesía colombiana, Ministerio de Cultura/Áncora Editores, publicada en 1998, en la que se recopilaron autores nacionales desde tiempos coloniales hasta el siglo XX. En periodismo, trabajó en El Espectador y en El Tiempo.
Su paisano y poeta Darío Jaramillo Agudelo recuerda que fue Rogelio quien le publicó por primera vez un poema. Eso fue en 1965, cuando tenía 18 años. El papá de Darío se lo entregó a Rogelio para que le diera un concepto sobre la calidad del escrito, y lo que hizo este fue publicarlo en Lecturas Dominicales de El Tiempo.
Darío dice que fue el primer poeta colombiano en escribir en primera persona y en valorar la experiencia subjetiva en la poesía. “Se adelantó a su tiempo, con el tono conversacional de sus versos”.
Recordarlo en letras
Entre sus poemas, el también antologista menciona Llegue tu carta, que sigue siendo bello, a pesar de que “ya no se escriban cartas”.
Por su parte, el escritor Juan Gustavo Cobo Borda, quien fue su amigo, destaca en primer lugar la generosidad de Rogelio. Cuenta que, como periodista de El Tiempo, a Rogelio le correspondía cerrar la edición, esperar las últimas noticias y armar la primera página.
De modo que era un hombre nocturno y ese tono se nota en su poesía. “La bohemia, la tertulia eran propias en él. Era un hombre de café y buen humor, con la broma lista y capacidad de sacarle punta y chispa a lo que dijeran”.
Realizó una gran cantidad de comentarios breves y profundos de muchos libros, que fueron recopilados por el Instituto Caro y Cuervo en el volumen Carátulas y solapas.
Cobo Borda menciona que en Rogelio Echavarría había una “actitud inocente y fervorosa” por algunas figuras de las letras, como por el argentino Ernesto Sábato, con quien tuvo cercanía. Lo mismo por el poeta colombiano Aurelio Arturo.
“Rogelio tenía un solo libro: El transeúnte, que pulía sin cesar. Le agregaba uno o le quitaba otro. En los poemas, resume Cobo Borda, están los temas urbanos que hablan de la agonía de la juventud.
Rogelio Echavarría hizo parte de los grupos Cuadernícolas y de la Revista Mito. Fue miembro de la Academia colombiana de la lengua desde 1990. Padecía alzheimer.