Lo sabe aquel que tiene un vehículo: quedarse sin el carro es complicado. Y hay ocasiones en que es necesario entregar las llaves y esperar que lo devuelvan, como cuando se lleva al concesionario para el mantenimiento preventivo que debe tener todo automóvil.
Pero hay quienes lograron revertir una tendencia, pues aquello que antes suponía largas horas de espera, o incluso de días, es hoy un asunto de minutos. “Mediante una estandarización de procesos, con capacitación y formación de los técnicos, logramos que esas rutinas de mantenimiento se hagan en máximo una hora”, afirma Jorge Muñoz, gerente de Servicio de Automérica, concesionario Toyota.
“La ventaja que tenemos nosotros como diferenciador de servicio son nuestras bahías de mantenimiento express”, agrega.
Para poder garantizar esta promesa a sus clientes, en Autoamérica lograron que el taller funcione como una línea de producción. Todo empieza desde que ingresa el vehículo: “En cuanto llega el cliente, hay un asesor listo para atenderlo y generar la orden de reparación”, explica el gerente de servicio del concesionario, siguiendo con un proceso que va de recepción a revisión, de revisión a lavado y de lavado a entrega, garantizando un flujo permanente que permite cumplir con el tiempo de espera prometido (menos de una hora), siempre y cuando el vehículo no tenga un trabajo adicional.
Con el acompañamiento de Toyota, cuentan, analizaron los tiempos muertos que podrían presentarse en el taller, solucionándolos y, además, definiendo los recursos necesarios para cumplir este compromiso, así por ejemplo el carro es atendido por tres técnicos a la vez, cada uno con las herramienta necesarias para cada auto que se revisa.