En la vereda de La Mutis, del municipio de Los Patios, en Norte de Santander, el panorama es desolador. Esa es la zona donde, el pasado domingo 22 de junio, se llevaron secuestrada a Yuliana Lindarte Rolón, una joven de 20 años e hija de un reconocido empresario minero de la región.
Desde La Garita hasta La Mutis son 6 kilómetros de recorrido en vehículo. De lado y lado solo hay granjas avícolas y parcelas con ganado, así como casas campestres de descanso; y fue en una de estas viviendas de las que, al menos, seis hombres fuertemente armados, sacaron a la joven y se la llevaron en un vehículo de la familia sobre las 11:25 de la mañana del pasado domingo.
El martes, dos días después de su retención, se conoció un video del momento en el que dos de los secuestradores, completamente cubiertos, la sometieron, amenazaron y la hicieron salir del segundo piso de la casa. Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad de la finca, muestran a la joven caminando por un pasillo, algo desorientada, pero cooperando con sus captores, al parecer, evitando alguna otra acción violenta en contra de su familia.
Yuliana Lindarte, estudiante y madre de una niña de 3 años, salió llorando desde lo que sería la sala, mientras los delincuentes iban detrás de ella portando armas largas. Segundos después, uno de ellos la apresuró y la hizo correr hacia la camioneta Toyota TXL, de color blanco y de placas IEQ-456, que es propiedad de la familia que fue intimidada.
Hasta el momento, ningún grupo armado se ha atribuido el secuestro ni ha hecho contacto con la familia, pero las autoridades no descartan que el ELN esté detrás del hecho.
La familia Lindarte sería propietaria de varias minas de carbón en el departamento, lo que podría haber motivado un secuestro extorsivo.
El coronel Édgar Correa, subcomandante de la Policía de Cúcuta, aseguró que “estamos realizando todas las activaciones inmediatas con la Fiscalía y nuestros grupos Gaula”, para dar con el paradero de la joven, pero manifestó que hay preocupación de que haya sido llevada a territorio venezolano, dada la cercanía con la frontera con ese país.
Otro caso de secuestro en Norte de Santander
El secuestro de la joven de 20 años se suma a una serie de retenciones que se han presentado en los últimos meses en el departamento de Norte de Santander, lo que expone un deterioro en la seguridad del departamento, que a comienzo de año fue escenario de la confrontación entre el ELN y las disidencias que desencadenó una crisis humanitaria sin precedentes en el Catatumbo.
Nada más en una semana se cumplirán dos meses del secuestro del empresario Gonzalo Enrique Arenas, ocurrido en la vía que de Cúcuta conduce al corregimiento San Faustino, a la altura del sector de Santa Cecilia.
Arenas se dedica a la compra de material pétreo y material de carbón y coque. En el momento del hecho, se movilizaba en una camioneta con su padre, porque se dirigían a la zona por unos negocios relacionados con su trabajo. Se presume que el ELN también estaría detrás de su secuestro.
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Así mismo, hace más de dos meses, el 9 de abril, fueron secuestrados los soldados profesionales Julián Reinel Sáenz y Yilmer Andrés Coral, mientras desarrollaban labores de vigilancia y seguimiento contra la extorsión en las inmediaciones de la cárcel Modelo de Cúcuta. Días después, el Frente Camilo Torres Restrepo del ELN confirmó que los uniformados estaban en su poder.
La semana pasado, en su visita a Cúcuta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, expresó su preocupación por este y los otros casos de secuestro registrados en el área metropolitana de ese departamento.
