Las disidencias del Estado Mayor de Bloques y Frentes –comandadas por alias Calarcá– acordaron permanecer sentados en la mesa de diálogos de paz con el Gobierno. La decisión ocurrió después de una reunión en la que las partes buscaban descongelar el proceso después de varios meses de paro en las conversaciones.
Las delegaciones de la disidencia y del Gobierno sostuvieron una reunión en Caquetá y allí se destrabó el proceso. Las partes acordaron citar un nuevo ciclo, aunque la fecha no ha sido confirmada.
“La Delegación del Gobierno Nacional expuso las orientaciones del señor presidente de la república para continuar en la Mesa de Diálogos de Paz. Por su parte, los comandantes de las FARC-EP expresan su real voluntad de paz y de continuar en la mesa”, se lee en un comunicado conjunto.
En la reunión, reconocieron las delegaciones, se tendrá que evaluar de manera urgente la situación de conflicto y la amenaza para las comunidades que persiste en el arco amazónico y particularmente sobre el Parque Natural Nacional Serranía de Chiribiquete y demás Parques que lo circundan.
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Las disidencias de Calarcá, particularmente, tienen encendida la mecha del conflicto en seis departamentos por su disputa territorial con las disidencias de alias Iván Mordisco.
La Defensoría del Pueblo ya había advertido –en su alerta temprana 001 de 2025– que esa disputa puede llevar a que se cometa el reclutamiento de niños, confinamientos, desplazamiento forzado y homicidios de líderes comunitarios. Las alertas están encendidas en Putumayo, Caquetá, Huila, Amazonas, Meta y Guaviare.
“Se acuerda para continuar con la Mesa, realizar un encuentro amplio con las comunidades y sus formas organizativas, para escuchar y definir los temas a trabajar en este periodo. Resaltando que, en todo este tiempo de dificultades de la mesa, las comunidades continuaron desarrollando sus objetivos de transformaciones del territorio, formalización de la propiedad y socialización de las Zonas de Reservas Campesinas previstas”, apuntaron las delegaciones.
La disidencia y la delegación del Gobierno acordaron sentarse para el séptimo ciclo de negociación, aunque no especificaron fecha. Desde octubre del año pasado, las partes no se sientan, formalmente, en un ciclo de negociación.
El proceso con este grupo disidente había entrado en pausa y la expectativa incrementó tras la renuncia de Camilo González Posso, quien venía desempeñándose como jefe negociador del Gobierno en este tablero de la paz total.
En la última reunión participaron delegados del Gobierno, la ONU y también alias Calarcá Córdoba, máximo cabecilla de esa disidencia; Urías Perdomo, comandante del frente Rodrigo Cadete y Danilo Alvizú, mando del frente Raúl Reyes
Con estas disidencias hay un acuerdo más avanzado: ocurre con el Frente 33, que opera en el Catatumbo y que en los próximos días caminará hacia una Zona de Ubicación Temporal en Tibú (Norte de Santander).