La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) se sumó a las voces que advierten los impactos negativos que tendrán en los ciudadanos el ajuste de la UPC para 2025, que el Ministerio de Salud fijó en 5,36 %. Según advirtió, esto afectará a los usuarios en su economía, en la prestación de servicios y en los tiempos de espera para citas médicas.
Le puede interesar: Prepare el bolsillo porque en 2025 puede que gaste más plata para la salud.
El gremio, por medio de su Centro de Estudios Económicos, recordó que sus estimaciones sugerían un aumento de la unidad de pago por capitación —conocida como UPC, que es la plata para el sistema de salud— en el régimen contributivo del 16,4 %. Para esto, se basó en factores como el aumento en el uso de los servicios de salud luego de la Pandemia del covid-19, el envejecimiento poblacional y el cambio tecnológico, entre otras variables. Ese valor sería suficiente para garantizar la prestación de los servicios de salud en 2025.
Con el ajuste que hizo el Gobierno, sin embargo, alertan que aumentarán las presiones financieras dentro del sistema de salud, que terminarán golpeando a los usuarios.
En primer lugar, señalan que dada la falta de recursos, los servicios y prestaciones se verán fragmentados, lo que implicará, por un lado, mayores tiempos de espera para poder acceder a distintas citas de medicina general y con especialistas. Así mismo, mayor demora en la programación de cirugías y aumento en el tiempo de acceso a distintos tratamientos.
Por otro lado, advierten que es alta la posibilidad de que continúe la escasez de medicamentos. Según el más reciente informe del Invima —con corte a diciembre de 2024—, de 195 medicamentos en estado de monitorización, cuatro se encuentran en riesgos de desabastecimiento y siete desabastecidos. Dentro de este último se encuentra la insulina, medicamento clave en el tratamiento de más de 1,8 millones de usuarios con diabetes. Al ser medicamentos de alto costo y difícilmente remplazables, el tratamiento de los pacientes se podría poner en pausa y deteriorar sus condiciones de salud.
De igual manera, vaticinaron que la ciudadanía podría ver su bolsillo afectado, pues aumentaría el gasto de bolsillo, término que se refiere a la cantidad de dinero que un paciente paga por servicios médicos por fuera del plan de beneficios en salud (PBS) que otorga el sistema. De hecho, dentro de los países de la Ocde, Colombia es uno de los con menor gasto de bolsillo. Sin embargo, el aumento en los tiempos de espera y la escasez de medicamentos puede empujar a los usuarios a acceder a servicios complementarios de salud o consultas y exámenes de manera particular.
La Anif señaló que prueba de lo anterior es que de 2022 a 2023 las primas emitidas en seguros de salud tuvieron un aumento del 16,8 %, mientras que para el periodo de 2023 a 2024 aumentaron en un 23,3 %. El comportamiento de esta variable, señala el gremio, es un ejemplo para entender el gasto en el que incurren los hogares para acceder a servicios de salud privados y refleja la situación que atraviesa el sistema.
“El aumento de la UPC por debajo de lo esperado termina poniendo en juego el acceso a la salud de los colombianos”, resalta el centro de estudios del gremio, el cual agregó que es indispensable hacer ajustes que permitan garantizar un aumento en los ingresos del sistema y la correcta prestación de los servicios médicos.
Para leer más noticias sobre política, paz, salud, judicial y actualidad, visite la sección Colombia de EL COLOMBIANO.
