Hay una realidad escondida en los hogares colombianos y poco se habla de ella: “los ricos pobres”, un fenómeno que suena redundante cuando se dice sobre personas que vive en barrios estrato 6, pero que no poseen suficientes recursos económicos.
Existen individuos que residen en propiedades grandes y con gran cantidad de objetos de valor, pero no llegan a fin de mes para pagar las facturas o comprar el mercado. Es claro que ellos niegan reconocer sus necesidades y les resulta “vergonzante” contar su verdad.
En Bogotá, específicamente en la localidad de Usaquén, vive Marta Munar, una destacada abogada que a veces debe elegir entre comer ella o su mascota. Además, reveló al medio BBC Mundo que debe endeudarse constantemente para pagar el recibo de los servicios públicos.
“Debo fácilmente unos 100 millones de pesos en facturas de servicios públicos. La gente se pregunta por qué no vendo, pero yo quiero que mis hijos hereden esto”, afirmó Munar.
Cindy Ovalle, por su parte, trabaja en un comedor comunitario en Chapinero y observa a diario a esas personas (especialmente adultos mayores) de estrato 4, 5 y 6 que frecuentan el lugar en busca que alimento.
“Tras vivir buena situación económica en el pasado, les avergüenza admitir que necesitan un subsidio para sobrevivir”, dijo Ovalle al medio de comunicación citado.
Mundo Mauricio Gutiérrez, subsecretario de Integración Social de la alcaldía de Chapinero, agregó a BBC Mundo que “al hecho de que a muchos les avergüenza admitir su situación, se une que, para el sistema, estas personas no clasifican como pobres y, por lo tanto, no pueden recibir subsidios por vulnerabilidad”.
Entre las razones por las que se presenta esta situación de “ricos pobres” está la falta de empleo para sostenerse, los que heredan propiedades caras y no tienen cómo mantenerlas, los divorciados que dependían económicamente de su cónyuge, o los que no quieren vender sus bienes por vergüenza.
“No me avergüenza no poder sostenerme, pero esta es la realidad y no hay que ocultarla”, aseguró, por su parte, Nerfhi Rojas, quien vendió su apartamento estrato 5 para salir adelante. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) señala que la estratificación socioeconómica es una clasificación en estratos de los inmuebles residenciales que deben recibir servicios públicos. Se realiza principalmente para cobrar de manera diferencial por estratos los servicios públicos domiciliarios permitiendo asignar subsidios y cobrar contribuciones en esta área.
En ese sentido, el cobro de los servicios públicos domiciliarios en Colombia siempre ha sido diferente por grupos socioeconómicos o estratos.
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